BRUSELAS.- La jornada de huelga general convocada hoy en Bélgica por los principales sindicatos del país está teniendo un importante impacto sobre las empresas del sector público y el transporte, tanto el metro como autobuses, trenes y, especialmente, aviones, al haber implicado el cierre del espacio aéreo.
La circulación de metros en Bruselas sufre fuertes perturbaciones, con solo una de las cuatro líneas parcialmente operativa mientras que únicamente uno de cada dos trenes circulará este miércoles, según un portavoz de la red nacional de ferrocarriles, SNCB.
La empresa encargada del control del tráfico aéreo, Skeyes, informó el martes de que el espacio aéreo de Bélgica permanecería cerrado durante 24 horas desde las 22.00 horas locales del 12 de febrero (21.00 GMT), al no poder la compañía asegurar que ciertos puestos clave fueran a estar cubiertos.
Ese cierre afectará a más de 400 vuelos y 50.000 pasajeros, según Airlines for Europe.
Pese a las dificultades en el transporte público, no se produjeron grandes retenciones en las carreteras esta mañana y el tráfico circulaba con relativa normalidad.
También algunas grandes empresas privadas, como Coca Cola y Agfa, se han visto afectadas por la presencia de piquetes que impedían el acceso a los trabajadores, mientras que en el sector público el seguimiento ha sido mayor, salvo en las escuelas, donde el impacto es moderado.
La movilización responde al fracaso de las negociaciones sobre un acuerdo interprofesional para el periodo 2019 y 2020, de lo que los sindicatos responsabilizan a la empresa privada, aunque los sindicatos públicos se han unido a la huelga por solidaridad.
En particular, se quejan del poco margen que la patronal ofrece en cuanto a los salarios, con una indexación máxima del 0,8 %, que los sindicatos consideran insuficiente.
“Hay que retomar las negociaciones, no hay otra alternativa”, dijo hoy el primer ministro belga, Charles Michel, a través de su cuenta en Twitter.
Michel añadió que “la huelga no resuelve nada” y dio las gracias “a las personas que trabajan hoy”.
Según el primer ministro belga, el Gobierno espera un acuerdo sobre el margen salarial.
“Es importante para nuestras familias y empresas. La última vez, los sindicatos y la patronal lograron un acuerdo. No hay ninguna razón para que no ocurra lo mismo en este caso”, añadió.
El ministro federal de Economía, Kris Peeters, estimó hoy que la huelga provocará pérdidas por valor de unos 929 millones de euros.