Pese al elevado nivel de construcciones informales y su alta posibilidad de un colapso ante la ocurrencia de terremotos u otros fenómenos naturales, la tasa de estructuras demolidas por el Estado es cero.
Las estadísticas en ese sentido son inexistentes, según informó el presidente del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (Codia), arquitecto Guarionex Gómez. El profesional entiende que en el país no ha sucedido una tragedia de milagro, pero que la cantidad de edificaciones construidas de manera informal, sumadas a las erigidas antes de los años ochenta, crean las condiciones para que cuando ocurra un gran temblor se produzca una catástrofe de grandes magnitudes.
“Este país ha sido bendecido por Dios, porque tenemos muchos asentamientos en zona de alto riesgo y gracias al Señor, al día de hoy no han pasado hechos lamentables, pero no podemos seguir jugando a la ruleta rusa ni al cuidado de la Providencia”, expresó.
Sociedad de geología advierte
En tanto, el presidente de la Sociedad Dominicana de Geología, Eduardo Verdeja, indicó que por las condiciones sísmicas del país, aquí puede suceder un gran terremoto en cualquier momento. Según Verdejo, “en el pasado se han registrados sismos de hasta 8.1 de magnitud en la escala Richter, sin embargo, existe potencial para que suceda uno más potente todavía, capaz de causar grandes daños”.
Esto se debe a que esta es una isla que se encuentra rodeada de fallas. El hecho de estar en borde las placas de Norteamérica y la del Caribe colocan al país en una situación de alta probabilidad de que ocurran terremotos.