Santo Domingo, Rep. Dom. La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), en su Carta Pastoral por motivo del Día de Nuestra Señora de La Altagracia, pidieron perdón a los jóvenes y familias afectadas por anti-testimonios de algunos miembros de la Iglesia.
“Entre las luces también hay sombras. Como Iglesia pedimos perdón a los jóvenes y sus familias que se han visto afectados por cualquier anti-testimonio de algunos miembros de nuestra Iglesia. Que debilidades de algunas personas de nuestra comunidad eclesial no les desanimen. Que la fragilidad y los pecados no sean la causa de perder su confianza. La Iglesia es su madre, no les abandona y está dispuesta a acompañarles por caminos nuevos”, manifestaron los obispos.
En otro orden, se comprometieron a denunciar la corrupción, el tráfico de armas, el narcotráfico y la explotación de los recursos naturales, para ser “la voz de quienes no la tienen ante los líderes nacionales.
En su carta pastoral, los obispos llamaron la atención a los padres, recordándoles que es su deber acompañar a sus hijos en el proceso de formación.
“La familia es fundamental, pues los padres acompañan, orientan, guían, transmiten valores y creencias, y los educan en la fe”. En ese mismo orden, exhortan a los sacerdotes, religiosos y religiosas, educadores, catequistas, líderes y coordinadores de grupos y movimientos apostólicos continuar colaborando en dicho proceso” dice el comunicado de la Conferencia del Episcopado.
A su vez, invitan a la juventud a ser “la voz que clama en medio de la sociedad, denunciando los males de su ambiente, y con su conducta cambiar a los demás jóvenes para preparar los caminos del Señor”, tal como anima el Papa Francisco.
Los obispos propusieron hablar a los jóvenes desde su realidad, tratando la labor educativa en favor de los jóvenes realizada por la Iglesia, cuyos esfuerzos han aportado a su formación humana, moral y espiritual; al desarrollo de su liderazgo, descubrimiento de sus talentos, cultivo de la fraternidad, servicio y amor al prójimo.