SANTO DOMINGO.- Para la mayoría de los occidentales, el Año Nuevo inicia el 1 de enero según el calendario gregoriano, sin embargo, existen culturas alrededor del mundo que su fecha de comienzo de año es distinto.
Esta tiene su origen a que año 47 antes de Cristo, el emperador Julio César modificó el calendario tradicional romano para que su inicio fuera el día 1 de enero, día dedicado a Jano, el dios de las entradas y de los comienzos. El mes de enero también recibió su nombre en honor a este dios, que tenía dos caras, una que mira hacia adelante y una que mira atrás.
Con el paso del tiempo este calendario ha sufrido varias modificaciones, una por el cónsul Marco Antonio, otra por el emperador Augusto César en 8 a. C. y, finalmente, por el Papa Gregorio XIII en 1582, cuando cambia su nombre a calendario Gregoriano, este último es el que nos homologa casi mundialmente hasta hoy. Pero a pesar de la relevancia del imperio romano y la expansión de la religión católica en el mundo, existen culturas donde el inicio de cada año es otro.
A continuación, te presentamos algunos lugares y culturas en el mundo que aún no han iniciado con un nuevo ciclo temporal:
1- China
Uno de los inicios de año más conocidos es el chino. Su año es regido por un calendario lunisolar, que toma como referencia los ciclos lunares y solares en los que la celebración del Año Nuevo está relacionada con el primer día del primer mes lunar. Para el 2018 este inicio será el 16 de febrero y concluirán su año el 4 de febrero de 2019. También consideran que cada año es regido por uno de los 12 animales representativos de su zodiaco, así como uno de sus cinco elementos: agua, tierra, fuego, aire y metal, mismos que son determinados de acuerdo a la posición de los planetas, la luna y el sol. También consideran que los años pares son yang y los impares son yin. Estas combinaciones crean un ciclo cada 60 años, por lo que en 1984 comenzó el ciclo actual.
2- Etiopía
En Etiopía, África, el año nuevo es conocido como Enkutatash que significa “regalo de joyas”. Según una de las muchas versiones de esta festividad, se refiere al retorno de la bíblica reina de Saba a Etiopía tras visitar al Rey Salomón en Jerusalén. Lo que sí es claro es que el principio de cada año marca el final de la temporada de lluvias y el inicio de la floración. Se celebra el 11 de septiembre, salvo en los años bisiestos, cuando tiene lugar un día después. El calendario etíope tiene 13 meses: los 12 primeros tienen 30 días y el decimotercero tiene cinco o seis días. Se rigen por el calendario copto, mismo que va en el año 2010 de su cuenta y no en el 2018 como en el gregoriano, por lo que los etíopes le dieran la bienvenida el próximo 11 de septiembre a su año 2011.
3- Cultura persa
En Irán y otros territorios que recibieron la influencia de la cultura persa —como Azerbaiyán, Afganistán, Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán, Pakistán, regiones de India, partes de Turquía y algunos países de Asia Central—, el inicio del año comienza el primer día de primavera, en el momento exacto del equinoccio. Esto significa que cada año nuevo, conocido como Nouruz, comienza en una hora y día diferente. Se celebra entre el 20 y 22 de marzo de cada año, debido a que se rigen por un calendario solar a diferencia del calendario gregoriano.
El calendario iraní tiene seis primeros meses con 31 días, los cinco meses siguientes con 30 días y el último con 29 ó 30 días según sea bisiesto o no. Por lo tanto, su cuenta va en el año 1936; así que oficialmente los países de Irán y Afganistán ,donde este calendario es el oficial, recibirán el próximo 20 de marzo a las 10:15 am su año 1937.
4- Cultura judía
Los judíos celebran RoshHashaná (“comienzo del año”), que conmemora el día en que Elohim creó el mundo o el día de la creación del hombre; y es a partir de este día cuando se cuentan los años. Este día también marca el inicio de una serie de diez días que forman en la tradición judía una unidad llamada YamimNoraim (“días terribles”), por ser el momento en que Elohim juzga al mundo y decreta lo que sucederá en el transcurso del nuevo año. Esta unidad culmina con el YomKippur (“día del perdón”).
El RoshHashaná se celebra según el calendario hebreo en el primer día del mes siete llamado Teshrei, que en términos del calendario gregoriano sería en los meses de septiembre y octubre. La fecha exacta de esta celebración es calculada de acuerdo a los movimientos lunares, por lo que cada año varía. En 2018, el YamimNoraim dará inicio el día 9 de septiembre con el RoshHashaná y culminará el 11 de septiembre con el YomKippur, donde los judíos darán inicio al año 5778 de acuerdo a la cuenta del calendario hebreo.
5. Cultura islámica
En el islam el inicio del año nuevo se da durante el mes de Muharram (“mes sagrado”), que es el primer mes del año islámico; cuando se conmemora la Hégira, que es la peregrinación del profeta Mahoma desde la Meca a Medina en el año 662 d.C. Con ese viaje comenzó la cuenta en el calendario islámico, que es un calendario lunar. Cada año tiene 354 días y se forman ciclos de 30 años, donde los años 2, 5, 7, 10, 13, 16, 18, 21, 24, 26 y 29 son bisiestos, por lo que tienen 355 días, se agrega el día adicional al último mes del año. Los años están compuestos por 12 meses y tienen una duración de 30 y 29 días de forma alternada. De manera que el próximo 11 de septiembre de 2018 se dará inicio al año 1440 de la era de la Hégira abreviado como 1440 AH.
Estas celebraciones nos recuerdan la riqueza del mundo tan diverso en el que vivimos, con creencias y tradiciones diferentes. Por ello es bueno conocer y entender antes de emitir un juicio, y de esta manera lograr ser más tolerantes con el otro. Entre más conocemos más llegamos al entendimiento de que podemos pensar y creer diferente, pero al final no importa en qué cuenta esté nuestro calendario o cuándo inicie cada año, sino que este inicio nos trae esperanza.