GINEBRA.- La ONU anunció hoy la puesta en marcha de un plan con el que espera recaudar 5.500 millones de dólares para asistir en los dos próximos años a los cinco países donde se encuentran las principales comunidades de refugiados de la guerra en Siria (Turquía, Líbano, Jordania, Egipto e Irak).
El plan, encabezado por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), tiene como objetivo asistir a los más de 5,6 millones de sirios que se encuentran en esos cinco países, así como a 3,9 millones de habitantes locales en las comunidades que les han acogido.
El programa tiene entre otros objetivos el brindar mejores oportunidades educativas a los hijos de refugiados sirios en esas comunidades, donde el número de niños nacidos en el exilio acaba de superar el millón.
“Más de la mitad de los niños no reciben educación formal”, destacó hoy en la presentación del plan el director de la ACNUR para Oriente Medio y África del Norte, Amin Awad, quien recordó que cerca del 80 % de los refugiados viven bajo el umbral de pobreza.
El director regional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en los países árabes, Samuel Rizk, subrayó en la misma rueda de prensa que el conflicto sirio “no sólo ha supuesto una crisis humanitaria, sino también una crisis de desarrollo para los países vecinos”
Esos territorios, añadió el responsable de PNUD, han mostrado especial generosidad y viven “bajo una significativa presión”, por lo que es importante que reciban ayuda no sólo para aliviar su situación presente sino también para el futuro.
El plan de ayuda, explicó, se dirigirá sobre todo a gobiernos locales de esos países de acogida, pues han sido los principales encargados de acoger a los refugiados, y mencionó comunidades en Líbano, Jordania y Turquía como las más necesitadas de asistencia.
Este tipo de programas de ayuda se iniciaron en 2015 y a través de ellos se han canalizado 12.000 millones de dólares, que han servido para financiar desde programas de formación laboral hasta el suministro de servicios básicos o la enseñanza del idioma local.
En 2018, según cifras de la ACNUR, han retornado de forma voluntaria a Siria 37.240 refugiados de este país, principalmente a zonas donde la guerra prácticamente ha cesado, como la capital Damasco y su periferia o las ciudades de Homs (centro oeste) y Daraa (suroeste).
Con la guerra reducida actualmente a acciones armadas sobre todo en la provincia de Idlib (noroeste), Awad señaló que se calcula que unos 250.000 refugiados podrían regresar a Siria en el año 2019, siempre que se reduzcan los obstáculos a su retorno.
Entre esos obstáculos, el representante de la ACNUR citó problemas de documentación y de propiedad que sufren los refugiados, y la necesidad de que el Gobierno sirio dicte una amnistía para aquellos que desertaron del ejército.
También mencionó el peligro que existe en muchas áreas por la presencia de minas terrestres o de explosivos abandonados, la facilitación de viviendas y el suministro de servicios básicos en zonas devastadas por siete años de conflicto.
“Estamos trabajando (con el Gobierno sirio) para eliminar estos obstáculos y que la gente pueda regresar a casa”, subrayó Awad.
Turquía es el país que acoge un mayor número de refugiados sirios (3,6 millones), seguido de Líbano (950.000), Jordania (670.000), Irak (250.000) y Egipto (130.000).