Inglaterra .- Desde que Meghan Markle llegó a la familia real británica solo hemos leído halagos y líneas benévolas para ella. Pero casi un año después de su compromiso con el príncipe Harry, la situación ha cambiado por completo. Ahora, la ex actriz de “Suits” es el blanco de críticas, por parte de duros tabloides británicos, por tener un carácter “demasiado fuerte” y “evadir los estándares de vestir de la corona británica”.
Según el diario inglés The Daily Mail, todo comenzó el día de su boda cuando Meghan quiso llevar una tiara de esmeraldas, un modelo que la reina Isabel II no aprobó al considerarlo demasiado para una novia. Lo mismo sucedió con el vestido, un diseño de color blanco firmado por Givenchy que la soberana catalogó de inapropiado” al tratarse de una mujer divorciada, aunque Meghan lo usó de todos modos.
Luego de la boda del año, al pasar los meses, las asperezas continuaron acumulándose. Para el primer acto en conjunto al lado de la reina, la duquesa asistió sin sombrero: un complemento que los miembros de la realeza deben llevar en caso Isabel II lo haga y así lo hizo. No obstante, Meghan se presentó en la ceremonia con el cabello al aire libre dejando de lado todo tipo de estilismo real.
Meghan eligió un vestido semitransparente y todos hablan de eso
Una vez más, la duquesa evidenció su poco interés por las reglas británicas cuando, en uno de sus últimos eventos en Nueva Zelanda, lució una falda azul transparente que dejaba ver su ropa interior: una falda azul neón plisada que no dejaba nada a la imaginación.
Todo esto ha generado que la corona británica y algunos integrantes del palacio le pidan a la duquesa que “vista menos como una estrella de Hollywood y más como un miembro de la familia real” así como que luzca, en su mayoría, firmas británicas.