El “todo normal” con que calificó Miguel Ángel Ventura la situación de la Federación Dominicana de Fútbol es lo más parecido a las horas previas al paso de un huracán de categoría 5 por las frágiles islas caribeñas, cuando en cuestión de horas la calma se trasforma en una tempestad de consecuencias impredecibles.
Es la metáfora que hacen a DL dos fuentes que se reunieron en privado con la comisión de alto nivel de la FIFA que entre miércoles y jueves sostuvo encuentros en el país con diversos actores del balompié y que en las próximas horas rendirá un informe en Suiza.
Desde junio, cuando separó al entonces presidente Osiris Guzmán de la cabeza de la Fedofútbol, la FIFA monitorea con lupa las operaciones de la entidad, encargó a una auditora internacional para que revise las cuentas en julio y ha cerrado el grifo de recursos, lo que ha ocasionado retraso en los pagos a suplidores.
En 2017 de los RD$96 millones que manejó la Fedofútbol RD$57 millones llegaron de la FIFA.
El caso más reciente que ha activado las alarmas es la convocatoria a elecciones por la secretaría general para el 15 de diciembre con una comisión electoral encabezada por la misma persona de la anterior (2014), Marino Elsevif, en violación a lo que establecen los estatutos.
La FIFA visitó el Comité Olímpico Dominicano el miércoles en una reunión de la que no se ha dado información, a pedido del órgano internacional, confirman fuentes de la entidad que preside Luisín Mejía, quien ha rehusado abordar el tema en público “para no interrumpir las investigaciones”.
De momento, el ente rector del fútbol en el planeta habría pedido al COD tiempo para investigar más a fondo la situación de la Fedofútbol antes de tomar cualquier decisión.
En los últimos 15 años el deporte dominicano ha afrontado una serie de crisis a nivel federado que ha requerido la intervención de autoridad mayor (COD), con el común denominador de que ha tenido el aval de su filial internacional.
Ocurrió con atletismo en 2004 cuando estalló una disputa entre el entonces presidente Andrés Polimar y directivos por el control, que hasta puso en peligro la inscripción de Félix Sánchez en los Juegos Olímpicos de Atenas. La Federación Internacional (IAAF) envió al país al vicepresidente Amadeo Francis para mediar y luego el COD actuó.
Un año antes (2003) había comenzado otro incidente en balonmano, que provocó la expulsión de su presidente Ricardo Pereyra, acusado de malversación de fondos. José Duval, quien llevó la voz cantante en la denuncia, asumió a la presidencia en 2007 y en 2014 fue expulsado en un escándalo de alteración de documentos a dos atletas.
En ambos casos el COD entró una vez recibió el aval de la Federación Internacional de Balonmano.
Los casos no pararon ahí. En 2005 la granada explotó en tenis, un movimiento que se llevó a la entonces presidenta Josefina Soñé, como en bádminton, que terminó con la inhabilitación por parte del COD a la presidenta Meregilda Urbáez por supuestas irregularidades en el manejo administrativo.
Siguieron tenis de mesa (2007) que enemistó a los inmortales Juan Vila y Mario Álvarez donde también intervino el COD. En 2007 estallaron taekwondo y ecuestre, en ambos casos con la necesidad del árbitro del máximo órgano del deporte local. En el caso del deporte equino, no fue sino hasta 2012 que se puso fin al impasse con un acuerdo común entre las partes, tras intervenciones de la Federación Internacional y del COD.
El judo dominicano se perdió gran parte del ciclo olímpico 2008-2012 a causa del castigo que aplicó la Federación Internacional de esa disciplina a su par criolla como parte de un impasse con el entonces presidente Jaime Casanova que comenzó en 2009, con ribetes más allá de la isla y que le costó su salida de la entidad que reconoce el COI.