CAMPO DE TIRO TSUGOL, RUSIA. El presidente ruso, Vladimir Putin, supervisó el jueves unas maniobras militares que son consideradas las mayores en la historia del país, con la participación de 300,000 soldados rusos y un número importante de efectivos de China.
Los ejercicios llamados Vostok (Este) 2018 durarán una semana y se realizarán en vastas extensiones de Siberia, el oriente lejano y en los océanos Ártico y Pacífico. En ellas participarán 1,000 aviones, 36,000 tanques y otros vehículos de combate. Las maniobras superan las mayores que realizó la Unión Soviética en 1981.
China envió 3,200 soldados, 900 vehículos de combate y 30 aeronaves para participar en los ensayos en un campo de tiro siberiano, un despliegue que refleja el cambio de Beijing hacia una alianza militar completa con Moscú.
Hablando en el campo de tiro Tsugol _en la región de Chita y a unos 130 kilómetros (80 millas) al norte de la frontera china_ Putin elogió a los soldados por sus habilidades, diciendo que “demostraron su capacidad de frenar potenciales amenazas militares”.
“Rusia es una nación pacífica”, enfatizó Putin, quien agregó que el país necesita fortalecer su capacidad militar “para estar lista para proteger su soberanía, seguridad e intereses nacionales y, de ser necesario, apoyar a nuestros aliados”.
La prensa china dijo que el contingente del Ejército Popular de Liberación enviado a Rusia es el mayor que se ha asignado para maniobras militares en el extranjero.
Desde la perspectiva de China, la alianza militar con Rusia envía una fuerte señal a Estados Unidos y su aliado Japón. Beijing intenta defender sus intereses en el Mar del Sur de China, que Beijing reclama prácticamente en su totalidad, así como Taiwán y las islas Senkaku y Diaoyu controladas por Japón, pero reclamadas por China.
Para Rusia, la alianza cada vez más robusta con China es particularmente importante a la luz de las tensas relaciones con Estados Unidos y sus aliados y la amenaza de más sanciones estadounidenses.
Los ensayos se conocen mientras surgen tensiones por Siria, donde Estados Unidos y sus aliados amenazan con lanzar ataques contra el gobierno del presidente Bashar Assad si Damasco usa armas químicas para recuperar el control de la provincia de Idlib, que está en manos de rebeldes.
Rusia, que ha librado una campaña militar en apoyo a Assad, advirtió fuertemente a Estados Unidos contra cualquier acción militar en Siria.