Madrid,España .- Las redes sociales son el ecosistema virtual de los jóvenes: han nacido al calor de las publicaciones, los «selfies» (que antes se llamaban «autofotos»), los «hashtag» o los «emojis» e interactúan con ellos como con su idioma nativo. La mayoría está a la última de las novedades en las redes sociales y cada vez se interesan antes por su «yo online», al que miman casi más que al real. De forma paralela, las generaciones adultas no han sido ajenos a todos estos movimientos, y rara es la persona que en Occidente no cuenta con, al menos, un perfil en alguna red social.
Así se crea una «convivencia» entre perfiles de hijos y padres, lo que ha propiciado que los menores a los que no les hace ni pizca de gracia que sus progenitores estén al tanto de sus andanzas virtuales, creen su propio lenguaje o códigos secretos.
Varias cuentas en una misma red social
Una de las «tretas» que utilizan los jóvenes es abrir varios perfiles a la vez. Por lo general, tienen una «pública» y otra «privada», pero que no tiene que estar directamente relacionada con los permisos de privacidad que permite la red social. «Se da una curiosa paradoja, puesto que la cuenta que ellos denominan ‘pública’ suele tener muy cuidados los permisos de privacidad, para que solo puedan ver sus fotos personas conocidas. De esta manera, hacen que sus padres se queden tranquilos viendo las imágenes y vídeos que esperan ver», explica al respecto Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.
Por otro lado, la cuenta que los adolescentes denominan «privada», en realidad es aquella en la que cuentan a sus amigos lo que para ellos es más íntimo y personal.
«Curiosamente, este perfil suele estar en abierto, porque gran cantidad de adolescentes siente la necesidad de sumar miles de ‘amigos’ en sus redes para sentir mayor aceptación social», advierten desde Panda.
Fuente: ABC Tecnología