Washington .- Desde 2011 Estados Unidos no lanzaba al espacio una nave espacial con tripulación. Ahora, siete años después, la NASA ha anunciado los nombres de los primeros astronautas que volverán a salir al espacio desde suelo estadounidense. Lo harán en dos naves que han sido construidas por las empresas Boeing y SpaceX, que primero tienen previsto experimentar sin tripulación, para después enviar al espacio a los primeros astronautas en vuelos de prueba.
Estados Unidos pretende recuperar así la autonomía que perdió en 2011 cuando puso fin a su programa de transbordadores espaciales, una decisión que tomó el presidente George W. Bush en el año 2004. El fin de las misiones tripuladas desde suelo estadounidense dejó en manos de Rusia el monopolio del acceso a la Estación Espacial Internacional (I.S.S., en sus siglas en inglés), a la que Estados Unidos ha accedido desde entonces haciendo uso de la nave Soyuz de Rusia. El precio de cada asiento en la nave rusa tuvo un coste de 40 millones de dólares hasta 2016, que se duplicó hasta los actuales 81 millones de dólares por billete.
El plan de la NASA es que las nuevas naves, bautizadas como CST-100 Starliner y Crew Dragon, empiecen a operar el próximo año, cuando está previsto que llegue a su fin el contrato con la Soyuz.