ROMA.- Las numerosas agresiones que han sufrido extranjeros en las últimas semanas han disparado la “alarma racismo” en el país, lo que ha motivado que la oposición haya pedido hoy explicaciones al Gobierno, que por su parte niega que exista una espiral de xenofobia.
Son más una decena los casos de agresiones a extranjeros por parte de italianos de los que se ha hecho eco la prensa en los últimos 45 días, que para miembros de la oposición y otros organismos son reflejo del aumento de un clima de odio xenófobo.
El último, aunque aún se tiene que comprobar si se trata de una agresión racista, fue a la lanzadora de disco de la selección italiana sub23 Daisy Osakue, de origen nigeriana, que resultó herida en un ojo después de que anoche unos desconocidos le arrojaran huevos desde un coche.
La joven, de 22 años, considerada una de las promesas italianas del lanzamiento de disco y del peso, aseguró que los agresores querían seguramente “agredir a una persona de color” ya que, explicó, en la zona donde la atacaron hay algunas prostitutas de color y que quizá la confundieron con una de ellas.
Al de hoy se suman los dos episodios de violencia que se registraron ayer domingo, cuando dos italianos mataron a golpes a un marroquí que, según dijeron, era un ladrón, y un senegalés recibió una paliza en el bar donde trabajaba.