MANAGUA. La alianza opositora en Nicaragua prepara nuevas acciones para exigir la salida del poder del presidente Daniel Ortega, mientras el diálogo con el gobierno permanece estancado y crece la violencia, que deja más de 212 muertos en dos meses.
Miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia -grupos de la sociedad civil-, están reunidos este martes para definir estrategias, luego de que el lunes reanudaron, sin avances, conversaciones con el gobierno bajo mediación de la Iglesia.
Las pláticas volvieron a estancarse pues Ortega -cuyo tercer mandato consecutivo concluye en enero de 2022- aún no responde a la propuesta de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) de adelantar las elecciones de 2021 a marzo de 2019, como solución a la grave crisis del país.
“Esta semana los nicaragüenses demostraremos la unidad que tenemos como pueblo, la presión desde las calles es lo que nos tiene en la mesa de diálogo”, dijo el líder estudiantil Lesther Alemán, al asegurar que preparan nuevas acciones para presionar al gobierno.
La Alianza Cívica busca aprovechar que están en el país misiones de la la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. “Si nos reprimen tendremos testigos”, agregó Alemán.
Ortega, exguerrillero izquierdista de 72 años, es acusado por la Alianza de reprimir brutalmente las protestas e instaurar, con su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, el nepotismo y un gobierno autocrático.
“No ha respondido a la propuesta. Hasta ahora no vemos voluntad del gobierno”, dijo José Adán Aguerri, presidente del gremio de empresarios que, hasta esta crisis, fue aliado de Ortega y ahora forma parte de la Alianza opositora.
Murillo, una extravagante mujer de 67 años, con enorme poder en el gobierno, dijo este martes estar “orando por la paz” y celebró los operativos que están desmontando las barricadas.