BEIRUT. Las fuerzas del régimen sirio lanzaron este martes una ofensiva contra los rebeldes en la ciudad de Deraa, tras una semana de bombardeos contra los territorios insurgentes del sur del país, que provocaron el éxodo de decenas de miles de civiles.
El ejército lleva a cabo desde hace días operaciones militares en el sur de Siria, un sector sensible porque se encuentra en la frontera con Jordania y los Altos del Golán, en parte anexionados por Israel.
Después de haber retomado en abril el último bastión rebelde cerca de Damasco y expulsado a los yihadistas de la capital, el régimen de Bashar al Asad, gracias al apoyo de su aliado ruso Vladimir Putin, está decidido a recuperar las zonas rebeldes del sur del país.
Desde hace una semana, los combates y bombardeos aéreos se habían concentrado en el este de la provincia de Deraa, obligando a huir a 45.000 civiles, un éxodo sin precedentes en esta región, según la ONU, desde el inicio de la guerra.
Pero la violencia llegó rápidamente a la ciudad de Deraa, dividida entre un sector gubernamental y los barrios bajo control de los rebeldes.
El ejército lanzó una “operación” en el sureste de Deraa, anunciaron este martes la televisión estatal y la agencia de noticias oficial Sana.
Columnas de humo negro se elevaban sobre varios barrios, que eran blanco de intensos bombardeos aéreos y disparos de artillería, según un corresponsal de la AFP en las inmediaciones de la ciudad.
Por su parte, la oenegé Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Reino Unido y una amplia red de informantes en Siria, informó de bombardeos aéreos del poder y sus aliados rusos contra “los barrios rebeldes”. Según esta oenegé, helicópteros del régimen lanzaban también barriles de explosivos.
También tenían lugar combates terrestres entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes en el sureste de la ciudad, afirmó la oenegé, precisando que se trata de la “primera operación militar terrestre del régimen en la ciudad de Deraa” desde el inicio de las hostilidades.
“El régimen busca tomar el control de una base militar en el sur de la ciudad, que permite cortar la carretera entre Deraa y la frontera jordana, pero también fragmentar más los territorios rebeldes” en la provincia, dijo a la AFP el director de la OSDH, Rami Abdel Rahman.
El poder ha recurrido a menudo a esta estrategia contra bastiones rebeldes, buscando segmentarlos y aislarlos para debilitarlos.
Antes del amanecer, conquistó dos localidades lo que le permitió cortar en dos los sectores rebeldes en el este de la provincia. En esa misma zona, las fuerzas leales a Bashar al Asad avanzaron hasta las inmediaciones de la ciudad de Hirak, blanco de decenas de bombardeos aéreos y lanzamientos de barriles de explosivos que provocaron una “destrucción sin igual”, dijo un habitante, Jalil al Hariri.