Naciones Unidas .- La escalada de combates, los obstáculos crecientes en la entrega de ayuda y la falta de alimentos y combustible empeoran hoy la situación en Yemen, mientras las agencias humanitarias enfrentan mayores problemas para cubrir las demandas.
Así alertó el coordinador de ayuda de emergencia de la ONU, Mark Lowcock, quien advirtió que esas entidades tienen cada vez más restricciones en su trabajo.
’El personal está siendo detenido e intimidado y las visas se retrasan y se niegan. Los programas y las misiones son interferidos de una manera que contradice los principios humanitarios’, detalló en un comunicado.
Frente a tal situación, pidió al Gobierno levantar las restricciones y demandó un mayor compromiso de las partes en conflicto para poner fin a la violencia.
En todo Yemen, más de 22 millones de personas dependen de la asistencia o protección humanitaria, y de ellas, alrededor de 8,4 millones padecen inseguridad alimentaria grave y corren el riesgo de morir de inanición, alertó.
Si las condiciones no mejoran, otros 10 millones de personas caerán en esa categoría antes de finalizar el año. A ello se une la amenaza de un resurgimiento del cólera, que afectó a más de 600 mil personas durante el último brote, añadió.
De particular preocupación es la situación de los niños: uno de cada cuatro está fuera de la escuela, no solo privado de la educación sino también en riesgo de ser reclutado por grupos armados.