MOSCÚ. Rusia está conmocionada por el voraz incendio que se declaró la tarde de este domingo en un centro comercial de la ciudad de Kemérovo, en Siberia, y que ha causado al menos 64 muertos, una cifra aún provisional ante la existencia de heridos y desaparecidos.
“Continuamos las operaciones de búsqueda. Aún hay desaparecidos”, dijo hoy a los periodistas el ministro de Situaciones de Emergencia, Vladímir Puchkov, quien se desplazó al lugar de los hechos para supervisar las tareas de rescate.
Unas 700 personas, entre bomberos y socorristas, trabajan en las labores de búsqueda de cadáveres y en la extinción -ya que el fuego se reavivó esta mañana- con riesgo para sus vidas, pues las estructuras del centro comercial quedaron muy dañadas por el incendio.
Según Puchkov, los equipos de rescate han conseguido extraer 58 cuerpos de entre los restos calcinados del centro comercial, mientras tienen localizados otros seis cadáveres que aun no han podido evacuar.
Los forenses han podido identificar ya a 17 de los fallecidos, de los cuáles ocho eran niños que pasaban la tarde con sus padres.
Precisamente, el incendio, cuyas causas aún no han podido ser determinadas, se declaró a media tarde del domingo, cuando el centro comercial “Zímniaya Vishnia” (”Cereza de Invierno”) se encontraba lleno de familias.
Según las primeras investigaciones, el fuego estalló en el cuarto y último piso del edificio, donde había dos salas de cine, cuyo techo se derrumbó, y un centro de juegos infantiles.
En algunos vídeos grabados por testigos se pudo ver cómo algunas personas saltaban por las ventanas del centro comercial para huir de las llamas, mientras las fotografías del siniestro muestran restos calcinados y una enorme destrucción.