Fannie Mae solicitará US$3.7 mil millones al Tesoro de los Estados Unidos luego que los recientes cambios fiscales en dicho país provocaron pérdidas netas en la compañía de hipotecas en su cuarto trimestre fiscal y dispararon la necesidad de dinero de rescate adicional.
Tanto las pérdidas como la necesidad de nuevos fondos eran esperados, siendo Fannie Mae una de un grupo de instituciones financieras que ahora han tenido que asumir facturas por “activos diferidos de impuestos” por la nueva ley fiscal.
Bancos como Citi, Bank of America, AIG y Freddie Mac previamente habían usado pérdidas anteriores, acumuladas durante la crisis financiera, para opacar futuras ganancias y recortar sus facturas fiscales.
Es la primera vez que Fannie ha pedido financiamiento público desde el 2012.
Una provisión de US$9.9 mil millones relacionada con esos cambios fiscales llevaron las pérdidas netas de Fannie a US$6.5 mil millones en los tres meses que finalizaron el 31 de diciembre, comparado con una ganancia de US$3 mil millones en el trimestre de septiembre.
Para el 2017, los ingresos netos fueron de US$2.5 mil millones, comparados con US$12.3 mil millones un año antes.
Fannie dijo que los ingresos antes de impuestos de US$18.7 mil millones para el 2017, un aumento de 0.5 por ciento en comparación con el año previo, reflejaban “la fortaleza de los fundamentos de negocio de la compañía”.
La compañía dijo que espera mantenerse rentable en términos anuales para el futuro cercano, pero reiteró que los cambios en las condiciones de mercado podrían aumentar la volatilidad en sus resultados financieros de trimestre en trimestre.