MADRID. El sistema planetario TRAPPIST-1 es, según los expertos, el mejor candidato para hallar evidencias de vida fuera del Sistema Solar, de cuyos siete planetas ahora se sabe que son rocosos, que es posible que algunos tengan agua en abundancia y que el más parecido a la Tierra es el cuarto, denominado 1e.
La revista Nature publica hoy varios estudios sobre lo último que se sabe de TRAPPIST-1, situado a 40 años luz de la Tierra, en la constelación de Acuario y formado por siete planetas, tres de ellos ubicados en zona habitable de su estrella, una enana ultrafría.
Un equipo internacional empezó por estudiar las propiedades de la estrella; después mejoraron las medidas para conocer el radio de los planetas; el tercer estudio ofrece las mejores estimaciones disponibles sobre sus masas y el cuarto se basa en observaciones de reconocimiento de las atmósferas de los planetas.
De los siete planetas, TRAPPIST-1e, el cuarto desde la estrella, es, por lo que se conoce hasta ahora, “el más parecido a la Tierra, aunque aún queda mucho por saber de él, en especial las condiciones de su superficie y si tiene atmósfera”, según un comunicado de la Universidad británica de Birmingham.
Este es el único planeta con una densidad similar a la Tierra, lo que sugiere que puede tener un denso núcleo de hierro y no necesariamente tiene que tener una atmósfera espesa, un océano o una capa de hielo. Además, en términos de tamaño, densidad y de la cantidad de radiación que recibe de su estrella es el más cercano al nuestro.
1e, uno de los tres situados en la zona de habitabilidad de su estrella, “tiene posibilidades de albergar agua líquida” y su composición es “mucho más rocosa” que la del resto, lo que para los científicos es un “misterio”.