SAN ANTONIO.- Los nuevos valores de los Spurs de San Antonio, encabezados por el ala-pívot LaMarcus Aldridge, que aportó 30 tantos y ocho rebotes, fue la apuesta que hizo el entrenador Gregg Popovich para enfrentarse a los Cavaliers de Cleveland y vencerlos 114-102 en el partido que el alero estrella LeBron James llegó a los 30.000 puntos.
James, que se convirtió en el séptimo jugador que llega al exclusivo club de los 30.000 puntos y el más joven en conseguirlo, no pudo celebrarlo con la victoria ni evitar que su equipo sufriese la segunda derrota consecutiva y la décima en los últimos 13 partidos que han disputado.
Popovich, que volvió a dejar en el banquillo al veterano base francés Tony Parker, por segundo partido consecutivo, se decidió por el joven Dejonte Murray para que dirigiese el juego, que fue la gran sorpresa ganadora con una brillante actuación individual de un doble-doble de 19 puntos, 10 rebotes y siete recuperaciones de balón.
Murray, que es la nueva apuesta de Popovich para irle dando relevo a Parker, mostró un gran poder físico que le permitió tanto anotar como luego tener tiempo para volver a defender e impedir que James anotase con una penetración.
Su acción defensiva también permitió que su compañero Danny Green anotase un triple y le diese a los Spurs un parcial de 105-94 a falta de 4:20 minutos para asegurar el camino a la victoria con la que rompieron racha de dos derrotas seguidas.
A pesar de la ausencia de tres jugadores importantes de los Spurs como son el alero Kawhi Leonard, el pívot español Pau Gasol y el escolta argentino Manu Ginóbili, los Spurs con Kyle Anderson de titular, que también logró un doble-doble de 10 puntos, 12 rebotes y cinco asistencias ganaron el duelo de equipos favoritos a la lucha por el título que llegaron al partido en plenas crisis internas.