LONDRES. La exenfermera Sarah Elisabeth Mullally se ha convertido hoy en la primera obispa de Londres nombrada por la Iglesia Anglicana, según anunció un portavoz oficial del Gobierno británico.
Casada y madre de dos hijos, Mullally tiene 55 años, ha sido aprobada por la reina Isabel II y ocupará el número tres en el escalafón de esta institución religiosa, en la que sucede al reverendo Richard Chartres.
Su consagración permite a Mullally desempeñar además un papel en la Cámara de los Lores del Parlamento británico y supone otro importante paso para las mujeres en el marco de la Iglesia de Inglaterra, después de que Libby Lane hiciera historia en 2015, cuando se convirtió en la primera mujer obispa en Stockport.
El hasta ahora obispo en funciones de Londres, el reverendo Pete Broadbent, “aplaudió” hoy el nombramiento de Mullally y expresó sus “ganas de trabajar bajo su liderazgo”.
“Ha demostrado que posee cualidades de liderazgo y compromiso para el trabajo de colaboración”, destacó Broadbent.
También subrayó que la nueva obispa “aporta una sólida experiencia” de vida parroquial y catedralicia y agregó que contempla “su experiencia vocacional como enfermera, funcionaria, cura y obispa como una totalidad”.
En un mensaje en la red social Twitter, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, calificó el anuncio como una “noticia maravillosa” y remarcó la “extraordinaria experiencia y profundas cualidades, guiadas por su fe en Jesucristo” que aportará la nueva obispa a la institución.
Por su parte, la propia Mullally -quien en la actualidad ocupa el puesto de obispa de Crediton- instó a que haya más mujeres y representantes procedentes de minorías representadas en la Iglesia Anglicana.