Por: Isolda Peguero
Nueva York, NY. Desde los ocho años de edad ha estado en el foco público y a sus treinta y cuatro años, Jessica Pereira sigue imparable. “Empecé modelando, soy licenciada en comunicación social, competí en Miss Venezuela en el 2004, entre muchas otras cosas fui locutora en Venezuela y ahora aquí en Nueva York”
Actualmente, la multifacética comunicadora también está capacitando a jóvenes que aspiran a entrar y trabajar en el mundo de las comunicaciones. “Dios me ha bendecido con una carrera que pocos tenemos la dicha de vivir de lo que nos gusta”.
A pesar de su exitosa carrera como comunicadora y empresaria-que además de su país natal-le ha dado la oportunidad de trabajar en la República Dominicana y Europa, su vida no ha sido color de rosa. Años atrás, luego de una cirugía estética que se complicó, Jessica casi pierde la vida, y para salvarla tuvo que tomar la dura decisión de amputarse un seno debido a una infección.
“Lo supere gracias a Dios. Logro resurgir de las cenizas y por eso me tatué el ave Fénix en mi espalda y un Padre Nuestro como promesa. No me arrepiento pero no me haría más tatuajes porque la gente te ve como…. Y esa delincuente”
Todo eso le ha dado la fuerza para mantenerse enfocada e ir tras cada idea o negocio que se le ocurra. “Yo soy una máquina de hacer dinero” dice con certeza, listando la gama de negocios que posee, incluyendo salones de belleza, Spa, una línea de ropa deportiva y hasta una tienda de persianas de una marca Venezolana.
Cuando decides “vamos a hacer dinero, la gente comienza a respetarte, a verte como empresaria y no les importa si tienes extensiones, si tú pelo es natural, comienzan a adorarte y admirarte de una manera diferente.
En este día de acción de gracias, Jessica dice que dará gracias porque “tengo salud y que estamos vivos”