El programa de alivio migratorio fue cancelado por Trump el pasado septiembre después de que su antecesor, Barack Obama, lo implementara para proteger de la deportación a alrededor de 800.000 jóvenes que entraron al país como niños, los llamados “soñadores”.
“Nosotros deberíamos formar parte de la conversación porque este es nuestro futuro”, argumentó a Efe Ricardo Campos, director regional de la asociación United We Dream, que calificó de “absurdas” las decisiones tomadas por el presidente.
Campos adelantó que, entre las movilizaciones planeadas, figura una huelga estudiantil, local y nacional, el próximo 9 de noviembre.
En la manifestación, que tuvo por lema “Sin papeles y sin miedo”, el activista incidió en que “los colegios están listos para salir” y “decirle al presidente que, si no nos quiere en sus escuelas, nos va a tener en el Congreso”.
“Si no se hace algo en el Congreso, va a deportar a más de un millón de jóvenes que han estado aquí desde pequeños; pedimos a los congresistas que actúen ya”, afirmó a Efe Fátima Coreas, de la asociación CASA, que llegó al país con 12 años y pudo continuar sus estudios “gracias a DACA”.
Coreas, procedente de El Salvador, señaló que el momento de acordar un nuevo plan que acabe con la inquietud es ahora, antes de que termine el año, pues “en 2018 empiezan (los congresistas y senadores) con la campaña para las legislativas”. EFE