LONDRES.- La policía británica ha pedido la extradición al Reino Unido desde Libia de Hashem Abedi, el hermano del terrorista suicida Salman Abedi, que atentó en el estadio Manchester Arena en mayo, ocasionando la muerte de 22 personas, muchos de ellos niños.
Hashem Abedi fue detenido en Libia al poco de producirse el ataque en esa ciudad británica, al término de un concierto de pop de la cantante norteamericana Ariana Grande, al que habían acudido muchos menores.
La policía de Manchester reveló hoy que la explosión detonada por Abedi a las afueras del macroestadio de la ciudad dejó un total de 512 heridos.
Ese cuerpo indicó que tratará ahora de traer al hermano del terrorista suicida a este país después de haber cursado una orden judicial de extradición.
La policía antiterrorista agregó que la solicitud fue entregada este miércoles a las autoridades de ese país, donde se encuentra actualmente bajo custodia Hashem Abedi.
Los dos hermanos viajaron a Libia el pasado abril, antes de que Salman regresara al Reino Unido solo y perpetrara el mortífero ataque.
“Puedo decir que tras una revisión de las evidencias de la Fiscalía, hemos solicitado una orden de arresto para Hashem Abedi”, apuntó hoy el subjefe del cuerpo policial de Manchester, Russ Jackson.
Este policía agregó que la orden está relacionada “con el asesinato de 22 personas, el intento de asesinato de otros que resultaron heridos y por conspiración para ocasionar una explosión”.
“Hashem Abebi se encuentra detenido en Libia y la Fiscalía ha solicitado ahora que las autoridades libias valoren su extradición al Reino Unido”, añadió Jackson.
En concreto, la orden de detención fue emitida por un juez de la Corte de Magistrados de Westminster durante la última quincena, aprobada por la ministra de Interior, Amber Rudd, y entregada hoy a las autoridades libias.
La policía británica ya había indicado que no creían que Salman Abedi formara parte de una célula terrorista más amplia, pero sí que en la planificación del ataque hubo más personas implicadas.
Además de los fallecidos, entre los supervivientes 16 personas sufrieron heridas de extrema gravedad, con lesiones que implican parálisis, pérdida de algún miembro del cuerpo, o heridas internas o faciales.
El secretario de Estado de Seguridad, Ben Wallace, tildó el atentado de “acto cruel y fatídico”, y señaló que las víctimas y sus familiares “merecen y exigen justicia”.
“Ellos deben de ser nuestra prioridad y, por ello, no vamos a comentar más al respecto, para no entorpecer la investigación”, concluyó.