MONTEBELLO, PUERTO RICO. — Varios familiares ayudaron a Maribel Valentín Espino a encontrar cobijo cuando el huracán María azotó su localidad en el norte de Puerto Rico. Los vecinos formaron brigadas de voluntarios para cortar árboles caídos y despejar retorcidas carreteras de montaña tras la tormenta. Ahora, amigos y un rancho local proporcionan el agua que necesitan para sobrevivir en el calor tropical.
Valentín y su esposo dicen que no han visto a nadie del gobierno de Puerto Rico, ni mucho menos de la Agencia Federal de Gestión de Desastres (FEMA, por sus siglas en inglés) desde que la tormenta barrió la isla el 20 de septiembre. María mató al menos a 16 personas, dejó a casi todos los 3,4 millones de habitantes sin electricidad y a la mayoría sin agua corriente.
MONTEBELLO, PUERTO RICO. — Varios familiares ayudaron a Maribel Valentín Espino a encontrar cobijo cuando el huracán María azotó su localidad en el norte de Puerto Rico. Los vecinos formaron brigadas de voluntarios para cortar árboles caídos y despejar retorcidas carreteras de montaña tras la tormenta. Ahora, amigos y un rancho local proporcionan el agua que necesitan para sobrevivir en el calor tropical.
Valentín y su esposo dicen que no han visto a nadie del gobierno de Puerto Rico, ni mucho menos de la Agencia Federal de Gestión de Desastres (FEMA, por sus siglas en inglés) desde que la tormenta barrió la isla el 20 de septiembre. María mató al menos a 16 personas, dejó a casi todos los 3,4 millones de habitantes sin electricidad y a la mayoría sin agua corriente.