PUERTO PLATA. Miles de personas desplazadas, apagones, vuelos cancelados, comunidades incomunicadas, árboles en las carreteras y calles anegadas fueron parte de las huellas del huracán Irma a su paso por la costas del este, noreste y norte del país, antes de que el fenómeno con vientos sostenidos de 295 kilómetros por hora cambiara su rumbo hacia la vecina isla de Cuba y La Florida.
En la provincia de Puerto Plata, donde hubo 3,096 desplazados los embates del ciclón se reflejaron con mayor intensidad en los sectores de Aguas Negras, Playa Oeste, La Viara y San Marcos, parte de los barrios más vulnerables del municipio cabecera, en los que abundan las viviendas de frágil construcción a orillas del río San Marcos.
En estos lugares gran parte de sus residentes se resistieron a abandonar sus hogares por temor a perder sus ajuares, mientras que los que acataron el llamado de alerta y acudieron a los refugios dispuestos por las autoridades se quejaron por la falta de alimentación adecuada, de medicinas y que no había colchones en refugios como las escuelas San Antonio María Claret y Ángel Bonilla.
Desde los sectores La Javilla y Loma de Bestia 459 personas fueron resguardadas en el Centro de la UASD de esta provincia. También en la escuela primaria Ángel Sixto Bonilla fueron alojados 217 residentes de los barrios Aguas Negras y Los Coquitos.
Asimismo en el municipio de Luperón 170 personas se alojaron en el liceo Pedro A. Pina y 13 en el Colegio Bíblico Cristiano, según la Defensa Civil.
En el municipio de Sosúa, uno de los principales polos turísticos de Puerto Plata, decenas de árboles y letreros tirados por los vientos de Irma obstaculizaban la carretera que conduce a Cabarete.
Mientras que el aeropuerto internacional Gregorio Luperón suspendió sus operaciones en el día de ayer y solo personal de seguridad y unidades del Cuerpo de Bomberos se encontraban en las inmediaciones de la terminal aérea.