BAGDAD. Las fuerzas iraquíes, apoyadas por una coalición internacional liderada por Estados Unidos, anunciaron este jueves haber reconquistado Tal Afar y la totalidad de la provincia septentrional de Nínive, lo que supone una victoria clave sobre el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Tras este revés, el EI, que llegó a controlar hasta un tercio del territorio iraquí en 2014, sólo tiene en su poder una ciudad en el norte de Bagdad y tres localidades de la región desértica en la frontera con Siria, es decir 10% del país, según la coalición.
Después de 12 días de combates, el primer ministro iraquí, Haider al Abadi, comandante en jefe de las fuerzas armadas, anunció que “Tal Afar, la resistente, se suma a Mosul, la ciudad libre, y recupera su lugar en el territorio nacional”.
Tal Afar y sus alrededores constituyen un lugar estratégico entre Mosul, la segunda ciudad de Irak de donde fue expulsado el EI a principios de julio, y la frontera con Siria, país vecino donde los yihadistas también están siendo combatidos.
La toma de Tal Afar, señalaba la semana pasada el general británico Rupert Jones, el segundo al mando de la coalición internacional antiyihadista, “pone fin en los hechos a la presencia militar del EI en el norte de Irak”.
‘Yihadistas agotados’
Al haber reconquistado Mosul, “el símbolo del ‘califato’, que representaba tanto para los yihadistas”, precisa un responsable militar de la coalición, las fuerzas iraquíes asestaron un duro golpe a la moral de los extremistas.
Tal Afar, asegura, estaba defendida por “una fuerza residual” de yihadistas, “profundamente desestabilizados y moralmente agotados”.
El avance fue rápido en esta ciudad, donde vivían 200.000 personas antes de la llegada de los yihadistas. Las fuerzas antiEI se vieron enfrentadas, sin embargo, a una tenaz resistencia de los combatientes del EI en una localidad más al norte, Al Ayadieh, en dirección a Siria.
Fue en esta localidad donde se atrincheraban los últimos yihadistas que, al inicio de la ofensiva contra Tal Afar, el 20 de agosto, eran “entre 1.000 y 1.400”, según Andrew A. Croft, comandante segundo de la fuerza aérea de la coalición.
“Las fuerzas iraquíes eliminaron a entre 600 y 700 combatientes del EI”, señaló entonces en una entrevista con la AFP, añadiendo que “un centenar se habrían rendido”.
Tras el anuncio de la toma de Tal Afar, la coalición felicitó a las fuerzas iraquíes en un comunicado por su “impresionante victoria”.
Sin embargo, advirtió, la misión no está del todo acabada en esta localidad. “Persiste un peligroso trabajo para eliminar todos los artefactos explosivos, identificar a los combatientes del EI huidos y eliminar estos últimos elementos de resistencia yihadistas”, añadió.
Después de Tal Afar, quedan todavía dos focos yihadistas en Irak, cuya reconquista se perfila más compleja.
Por un lado, el EI controla Hawija, a unos 300 km al norte de Bagdad. Apoderarse de ella será complicado porque la provincia de Kirkuk, donde se encuentra, es una zona disputada entre el gobierno federal de Bagdad y la región autónoma del Kurdistán iraquí.
¿Próximo objetivo?
“La operación (de reconquista) fue aplazada”, anunció el general Halgurd Hikmat, portavoz de los peshmergas, los combatientes kurdos que participaron en la toma de Mosul.
Hoy, afirma, Hawija tiene que ser la prioridad.
Pero el gobierno de Bagdad, que se opone rotundamente al referéndum kurdo para la independencia, previsto para el 25 de septiembre, podría decidir no lanzar el asalto contra Hawija antes de esta consulta, consideran expertos.
Los yihadistas también están presentes en tres ciudades de la región desértica cercana a la frontera siria: Al-Qaim, Rawa y Anna. La batalla por el control de estas localidades, próximas a las provincias de Deir Ezzor y Raqa, destrozadas después de seis años de guerra en Siria, podría ser peligrosa para las fuerzas iraquíes.
En su comunicado, Abadi afirma que “la promesa al pueblo es continuar con determinación la liberación de cada milímetro del territorio iraquí”.
“Les decimos a los criminales del EI: estén dónde estén, venimos para liberar (el país) y no tendrán otra opción que morir o rendirse”, advierte.
por Ammar KARIM