MADRID. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, negó hoy tener responsabilidades políticas por un escándalo de corrupción en el gobernante Partido Popular (PP) y calificó de “inquisitorial” a la oposición, que le citó en el Congreso para pedirle explicaciones.
Rajoy criticó el “celo inquisitorial” de los diputados de la oposición que le reclaman por la llamada “trama Gürtel”, uno de los caso más importantes de corrupción de los últimos años en España, del que se podría derivar una supuesta financiación irregular del PP, el partido del presidente.
En su comparecencia, el jefe del Ejecutivo no pronunció la palabra “Gúrtel”, ni hizo referencia a la presunta financiación irregular del PP, insistió en que no tiene responsabilidades políticas como presidente del Gobierno y que no veía motivos para haber convocado un pleno sobre este asunto.
Recordó que el control parlamentario de la oposición es a la gestión del Ejecutivo y no a una formación política, en este caso el PP, del que también es presidente desde 2004, después de haber ocupado otros altos cargos como vicesecretario y secretario general (número dos) del partido.
El Parlamento controla a los gobiernos, no a los partidos, dijo Rajoy, al argumentar que la responsabilidad política de un presidente de Gobierno se dirime en una moción de censura ante el Congreso, que de prosperar le haría perder la presidencia.
Recordó que en junio pasado la Cámara no le retiró la confianza al no salir adelante la moción presentada por Podemos (izquierda)- y por tanto, no le obligó a asumir responsabilidades políticas.
La oposición, encabezada por el PSOE y Podemos, los dos partidos de izquierda más importantes, había solicitado su comparecencia para pedirle explicaciones por el caso Gürtel y por su declaración como testigo en el juicio que se sigue por este asunto.
Rajoy tuvo que declarar ante la Audiencia Nacional española el pasado julio, cuando se escudó en su condición de político para negar cualquier conocimiento de la financiación y la contabilidad del Partido Popular.
En una dura intervención, la portavoz del PSOE, Margarita Robles, le dijo que era “un presidente bajo sospecha” por los casos de corrupción y lo acusó de “faltar a la verdad” durante su comparecencia ante los tribunales.
Robles, magistrada de profesión, le pidió que asumiera “responsabilidades políticas” y que dimitiera “por dignidad” y porque eso le iría mejor a España para “afrontar los graves problemas” que tiene en estos “momentos difíciles”.
También el líder de Podemos, Pablo Iglesias, acusó a Rajoy de mentir en su declaración judicial y le avisó de que no podrá “esconderse” de la corrupción de su partido.
Iglesias señaló que el juez que instruyó el caso Gürtel consideró probado que durante dieciocho años el Partido Popular tuvo una caja “B” al margen de la contabilidad oficial del partido y preguntó cómo en este tiempo Rajoy “no se enteró de la financiación ilegal”.
El presidente del Gobierno, que en ningún momento entró a debatir sobre la acusación que pesa sobre el PP, recordó que ha hablado en 52 ocasiones en el pleno de la Cámara sobre corrupción y se refirió a las reformas legales que se han aprobado durante su gobierno para combatir esta lacra.
Recriminó a la oposición por considerar que España tiene ahora retos más importantes como la lucha contra el terrorismo yihadista o las aspiraciones independentistas que se dan en la región de Cataluña, además de afianzar el crecimiento económico
Por ello no consideró “útiles” estos debates.
La corrupción política ha ocupado el escenario político español en los últimos tiempos, con múltiples casos que salpican a distintos partidos, aunque el más afectado ha sido el PP, que ha ejercido un amplio poder, tanto a nivel nacional como regional y local.