NUEVA YORK (AP).- Rafael Nadal lo puede atestiguar: “Todo el ruido se queda encerrado y cuesta mucho oír la pelota”, señaló el español tras su victoria este martes en sets corridos sobre Dusan Lajovic al debutar en el torneo.
En el Abierto de Estados Unidos se instaló un techo retráctil sobre la cancha principal para asegurar una actividad ininterrumpida si llueve. Los paraguas quedaron en el olvido, pero ahora se necesitan tapones para los oídos.
Y es que cuando se juega con pista cubierta en el estadio Arthur Ashe, el ruido es ensordecedor.
La queja del número uno del mundo es similar a la que otros jugadores y espectadores plantearon el año pasado, en el que se estrenó el techo corredizo que costó 150 millones de dólares.
¿Qué se siente en la cancha de tenis más grande del planeta con el techo?
Cuando se congregan 20.000 almas, el ruido se asemeja a un murmullo constante, similar al sonido por el aleteo de las abejas en un panal. Las voces de los fanáticos en las butacas ubicadas en lo más alto del recinto hacen eco con el techo y se pueden percibir abajo en la pista en pleno juego.
Aunque elogió el US Open como uno de sus torneos predilectos por el ambiente y energía que se irradia en Nueva York, Nadal advirtió que “una cosa es jugar con techo y otra sin techo”.
“Este es un deporte en el que es muy importante el sonido de la pelota, y no podía sentirla bien”, comentó Nadal, acotando que ese fue un factor que le complicó en los primeros compases del partido que ganó por 7-6 (6), 6-2, 6-2. “No oyes el impacto que hace el rival y por eso no podía leer muy bien el tiro”.
“Cuando tocas la bola no puedes valorar si la tienes que pillar un poco más o un poco menos”, añadió. “Es como todo, el sonido y el ritmo permiten encontrar mi mejor tenis”.
El director ejecutivo de la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA), Gordon Smith, dijo el año pasado que la organización examinaría el nivel de ruido que se genera en el estadio.
Nadal mencionó que en otros torneos de Grand Slam donde se usan estadios techados, como es el caso Wimbledon y Australia, el ruido es menor a lo que se siente en el Arthur Ashe.
“Comprendo que es un espectáculo, y yo lo disfruto. Pero bajo techo, necesitamos ser un poco más estrictos en cuanto al ruido”, opinó Nadal.
El de Nadal fue uno de los siete partidos que se completaron durante la sesión diurna debido a la lluvia.