MIAMI. El colapso de Venezuela pone en peligro al Hemisferio Occidental porque propicia el narcotráfico y la migración ilegal, dijo el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, en un discurso el miércoles ante la comunidad venezolana en Miami.
“Como dice el presidente (Donald) Trump, una Venezuela estable y pacífica está en el mejor interés el hemisferio”, declaró el funcionario ante unas 600 personas en una iglesia católica en el Doral, el bastión del exilio venezolano en Miami.
Para el vicepresidente “el colapso de Venezuela nos afectará a todos. Traerá más narcotráfico con sus asesinas consecuencias (y) traerá más migración ilegal”, un fenómeno contra el que Trump ha prometido mano dura.
“El colapso de Venezuela pondrá en peligro a todos los que consideramos el Hemisferio Occidental nuestro hogar. No permitiremos que eso suceda. Todos vivimos en el mismo vecindario”, añadió Pence, quien hablaba bajo un Cristo crucificado y era interrumpido con cantos de “Libertad! Libertad!”.
Pence regresó la semana pasada de una gira por Colombia, Argentina, Chile y Panamá, en la que el tema venezolano dominó las conversaciones.
En Miami, prometió “continuar trabajando con los socios de la región” para exigir la libertad de opositores presos en Venezuela y el respeto a los derechos humanos. Pero no asomó la posibilidad de una acción militar, un fantasma que ha sido evocado por Trump.
Insistió en que cualquier decisión se tomará junto a sus aliados de la región, aunque no refirió medidas concretas.
“Trabajando con nuestros aliados latinoamericanos, Estados Unidos enfrentará y derrotará a todos los que se atrevan a amenazar nuestro bienestar”, dijo.
También hablaron el senador Marco Rubio y el gobernador de Florida, Rick Scott, quien reiteró su promesa de prohibir a las empresas de este estado del sureste hacer negocios con empresas venezolanas.
Asistieron además al encuentro personajes emblemáticos del exilio venezolano como el exalcalde Ramón Muchacho y el director político del partido Voluntad Popular, Carlos Vecchio.
Muchacho, quien se exilió en Miami hace poco más de una semana tras ser destituido y condenado a 15 meses de cárcel por no impedir bloqueos de vías durante las protestas recientes, dijo a la AFP que “todas las opciones tienen que estar sobre la mesa”.
“Esta es una oportunidad para que los venezolanos que estamos fuera podamos decirle al vicepresidente que Venezuela es una dictadura, que no hay salida democrática, que necesitamos ayuda internacional y que esa ayuda tiene que ser contundente y suficiente”.
Sumida en una grave escasez de alimentos y medicinas, Venezuela padeció una oleada de protestas que dejó 125 muertos entre abril y julio. A principios de agosto, se instaló una Asamblea Constituyente convocada por Maduro que es considerada por varios países como un paso hacia la “dictadura”.
Según datos de 2015 de la oficina del censo, unos 273.000 venezolanos viven en Estados Unidos. De ellos, casi la mitad (126.000) residen en Florida; particularmente en Miami.