SANTO DOMINGO. La celebración por separado de las elecciones municipales de las presidenciales y congresuales del año 2020 comienza a generar preocupación y un debate para la unificación nuevamente de los comicios en todos los niveles.
El vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños, expuso que la separación que la Constitución no divide las elecciones en “tres niveles”, como pretende indicar el PRSC, sino que unifica la celebración, tanto de las elecciones congresuales y presidenciales en un mismo día y, por otro lado, establece la celebración de las elecciones municipales en otro día; tratándose de dos niveles que responden a una naturaleza distinta cada uno.
Castaños explicó que la reducción de los gastos en campaña no se limita a las formas de la contienda electoral, sino que también abarca el fondo de la regulación y control del gasto por parte de las organizaciones políticas, así como al compromiso de los partidos a no insertarse dentro de una cultura política que inobserva la transparencia y favorece el sistema clientelar en el marco de las elecciones.
“No es posible determinar si la vuelta a ese proceso favorecería la reducción de gastos en campaña ni tampoco si crearía mayores condiciones de gobernabilidad o institucionalidad democrática en el país, puesto que todo dependerá del funcionamiento de los poderes públicos ante esta situación y, sobre todo, del compromiso que asuman los partidos políticos frente a esta realidad jurídica constitucional”, dijo.
El vocero de los diputados del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Alfredo Pacheco, favoreció la unificación de los comicios, pero no para el proceso electoral del 2020.
“Una nueva reforma constitucional se prestaría a que se introduzcan elementos que pueden ser disociadores a la paz que vive la República Dominicana, como introducir de nuevo el tema de la reelección”, puntualizó.
Consideró que es preferible que las elecciones municipales sean después de las presidenciales y congresuales.
Para el abogado Nassef Perdomo, la propuesta debe analizarse desde dos puntos de vista distintos, primero por los efectos que tiene en el sistema democrático que las elecciones para elegir a las autoridades municipales sean en febrero para que se juramenten en abril. Resaltó que los regidores y alcaldes se juramentarían un mes antes de que se celebren las elecciones congresuales y presidenciales, lo que implicaría también que se produzcan dos rondas de cambios de autoridades, una de ellas en el último mes de una campaña electoral nacional.
Perdomo afirmó que esto no es conveniente para el país, puesto que extiende artificialmente los períodos de campaña y los procesos institucionales relacionados con la celebración de las elecciones.
“A mí me parece que esto fue un error del constituyente de 2010, porque implica en la práctica que en menos de cinco meses calendarios el país tendrá dos rondas de elecciones que se convertirían en tres en seis meses, si se produce una segunda vuelta en las presidenciales”, expresó.