Cuidado, Cavaliers: Kyrie y los peores traspasos de la historia

Estados Unidos .- ¿Se irá Kyrie Irving de los Cavaliers? Ahora mismo, parece que no hay vuelta atrás… pero en deporte nada está hecho hasta que no es definitivo. Hace diez años Kobe Bryant dijo públicamente que quería irse de los Lakers y que no había forma de que cambiara de opinión. Pero siguió, jugó casi otra década y ganó dos anillos más con la franquicia.

Pero Kyrie ha pedido salir de los Cavs, LeBron no parece contento con él y hay muchas voces en Ohio que piden un traspaso cuanto antes para maximizar el valor del jugador y evitar culebrones en el training camp.

En la franquicia quieren talento joven, al menos un titular con galones, rondas de draft… y si puede ser, soltar contratos que pueden acabar siendo problemáticos como los de Tristan Thompson, JR Smith.

Así que no es fácil aunque más de media liga ha mostrado interés por el genial anotador que, por su parte, sueña con competir al máximo nivel con los Spurs… o irse a Nueva York para ser pez gordo en la zona en la que se crió.

Los Cavs, que también tienen un buen follón en los despachos, tratan de salir bien parados del trance y evitar un traspaso que pase a una galería histórica de los horrores en la que, curiosamente, ya está el nombre de Kyrie Irving. Aunque de rebote y con la franquicia de Ohio en el reservo luminoso de la moneda.

Estos son los peores traspasos de siempre en la NBA:

-Por una cuestión de oportunidad, empecemos precisamente con Kyrie. Los Clippers trataron de solucionar la situación de Baron Davis, absolutamente fallida, enviándolo (24 de febrero de 2011) junto a una primera ronda no protegida a los Cavaliers a cambio de Mo Williams y Jamairo Moon. Esa primera ronda acabó siendo un número 1… y fue elegido Kyrie Irving.

Un regalo para unos Cavs que iniciaban esa reconstrucción post LeBron James que nunca culminó porque, además, el Rey regresó a casa tres años y medio después.

La original y una algo olvidada por lejana sucedió en 1956: Bill Russell fue en realidad elegido en el draft (número 2) por St. Louis Hawks, que lo traspasó a los Celtics a cambio de Cliff Hagan y Ed Macauley.

-¿Quiénes son Junior Bridgeman, Dave Meyerse y Elmore Smith? A la mayoría de aficionados no les sonará de nada (y eso ya es significativo) pero fueron el lote de jugadores que se llevaron los Bucks en 1975 a cambio de Kareem Abdul-Jabbar, que acababa de promediar 30 puntos, 14 rebotes y más de 4 asistencias y 3 tapones por partido.

Que había sido tres veces MVP en los cuatro años anteriores y que jugaría en los Lakers otros 14 años en los que ganó cinco anillos.

Kareem quería salir de Milwaukee y el equipo no manejó la situación de la mejor manera. Una historia muy actual pero desde luego, y como muestra este ejemplo, no nueva.

-Años antes, en 1968, los Lakers se habían hecho con otro pívot legendario a cambio de un retorno de lo más modesto: los Sixers enviaron a Wilt Chamberlain a L.A. por Jerry Chambers, Archie Clark y Darrall Imhoff. En su etapa en los Lakers (entre los 32 y los 36 años), Wilt ganó un anillo y promedió 17,7 puntos y 19,2 rebotes.

-Hay ideas que no parecen malas pero lo acaban siendo. Con Juwan Howard a bordo, los Wizards pensaron que podían hacer un equipo más completo si sacaban tajada por Chris Webber (casi 21 puntos y 10 rebotes por partido en la franquicia).

Así que en mayo de 1998 lo mandaron a los Kings a cambio de Otis Thorpe y un Mitch Richmond que venía con vitola de estrella… pero con 33 años. De hecho, su primera temporada en la capital fue la primera de su carrera por debajo de los 20 puntos por partido. Webber fue uno de los puntales de aquellos maravillosos Kings que pudieron ser campeones pero se toparon con los Lakers de Kobe y Shaquille. En siete años en el equipo, Webber (uno de los grandes ala-pívots de la historia pero maltratado absolutamente por las lesiones) promedió 23,5 puntos, 10,6 rebotes y 4,8 asistencias.

-Otra que no debieron hacer los Warriors: Tim Hardaway fue enviado a Miami Heat a cambio de Bimbo Coles (un base suplente) y Kevin Willis, que solo jugó 28 partidos con la franquicia, que temía que Hardaway entrara en declive tras su grave lesión de rodilla (no jugó la temporada 1993-94). Pero no fue así: en sus seis años en la Bahía (1989-1995) promedió 19,8 puntos y 9,3 asistencias. En otros seis en los Heat (1995-2001), 17,3 y 7,8.

-Más golpes de efecto que hicieron equipos campeones. Si en 1982 los Lakers se llevaron a Worthy por la ronda que sacaron de los Cavaliers, en 1979 sacaron a Magic Johnson con un número 1 que les había llegado como pick de compensación de New Orleans Jazz, que lo había entregado para hacerse con un Gail Goodrich que había terminado contrato en los Lakers (eran las reglas de aquella NBA pre agencia libre) y que se rompió el talón de Aquiles en su primer año en los Jazz, que aterrizaron en Utah aquel 1979.

Conviene recordar que los Bulls también tuvieron muy cerca la magia: por entonces, el número 1 se decidía entre los dos perores balances de la Regular Season por medio de una moneda al aire. Fue cruz para los de Chicago… y Magic para los Lakers.

– Convertido Magic en todo lo que podía ser, los Celtics buscaban un jugador lo suficientemente duro en defensa como para darle verdaderos problemas. Ese jugador era Dennis Johnson, que ya había sido campeón y MVP de las Finales en 1979 y al que los Celtics sacaron de los Sonics en 1983 a cambio de, sencillamente, dos segundas rondas de ese año y Rick Robey.

-Hay jugadores que se ven en el reservo feo de más de un traspaso. Acabo de citar a Rick Robey: 7,6 puntos y 4,7 rebotes en su carrera NBA (1978-1986).

Pues bien, el pívot no solo entró en la operación Dennis Johnson sino que años antes sus derechos como pick habían servido para que Buffalo Braves se llevara a Moses Malone de Portland Trail Blazers, que no aprovechó el regalo que le vino con la fusión ABA-NBA.

Pero es que los Braves tampoco se dieron cuenta de lo que tenían entre manos y después de solo dos partidos lo mandaron a Houston Rockets. Entre Texas y después Philadelphia se cimentó la leyenda (campeón y MVP de las Finales en 1983, tres veces MVP de Regular Season, seis veces máximo reboteador de la NBA) de uno de los mejores pívots de la historia.

-Otra estrella que al forzar su salida puso de los nervios a su equipo… con nefastas consecuencias. Cuando Charles Barkley apretó para marcharse de los Sixers, estos se quedaron seis años sin playoffs después de llevarse a Jeff Hornacek, Andrew Land y Tim Perry.

Barkley, que acababa de firmar una temporada de 23+11, fue MVP (1993) en su primera temporada en los Suns con más de 25 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias por partido.

-Viendo el año pasado a James Harden ejercer de MVP (29,1 puntos, 8,1 rebotes y 11,2 asistencias por partido) si no hubiera existido Russell Westbrook, cuesta no imaginar qué habría pasado si los Thunder no hubieran roto ese incipiente big three que ambos formaban con Kevin Durant.

Fuente: NBA.com

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