BRUSELAS. Bruselas avanzó este miércoles en su proceso de infracción abierto contra los países europeos reticentes a acoger refugiados en el marco del plan adoptado en plena crisis migratoria, los que recibieron además un primer jarro de agua fría de la justicia europea.
El abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) recomendó a los magistrados rechazar en su próximo fallo el recurso interpuesto por Hungría y Eslovaquia contra el plan para repartirse entre los países del bloque los migrantes llegados a Italia y Grecia.
Estas conclusiones del abogado general confirman que “las decisiones de reubicar [a los solicitantes de asilo] son medidas proporcionadas para aliviar la carga de Grecia e Italia”, adonde llegaron más de un millón de migrantes en 2015, se felicitó el comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos.
El responsable europeo anunció además que la Comisión Europea pasó a la segunda fase en el proceso de infracción abierto contra Hungría, Polonia y República Checa por negarse a cumplir con sus obligaciones en la acogida de refugiados, con el envío de una petición formal para cumplir con la legislación.
Esta medida, que a largo plazo puede desembocar en duras sanciones económicas, busca que los países reticentes acaben aplicando este plan que debía encarnar la solidaridad europea, pero que ha sacado a relucir las diferencias en el seno del bloque y ha puesto a varias capitales en el punto de mira de Bruselas.