NUEVA YORK. El exconvicto dominicano Leopoldo Belén alias “Blas” y “Negro”, de 36 años, fue sentenciado ayer lunes en la Corte Superior de Providence en Rhode Island a cadena perpetua por haber violado sexualmente a su novia y darle una brutal paliza porque ella se fumó el último cigarrillo que le quedaba al sentenciado.
El incidente ocurrió el primero de abril de 2014 y fue declarado culpable por un jurado en un juicio que concluyó el 3 de abril de este año de cuatro cargos por de agresión sexual en primer grado.
La víctima, entonces de 21 años, declaró que cuando los dos se despertaron en su apartamento de Woonsocket, Belen descubrió que había fumado su último cigarrillo, se enojó y se violentó y la arrastró al baño, donde le propinó la paliza y la violó varias veces.
Durante un momento en que Belen se distrajo, la mujer escapó y bajó las escaleras. Llevaba sólo una sábana, tocó a la puerta de un vecino, quien la dejó entrar y llamó al 911. Belen fue arrestado ese mismo día.
En la sentencia del lunes, a Belen se le ordenó no tener contacto con la víctima, someterse a consejería para delincuentes sexuales y registrarse como un delincuente sexual por el resto de su vida si fuera puesto en libertad condicional, informó la oficina del Procurador General Estatal en un comunicado de prensa, el lunes.
Se enfrentará a un juicio por muerte de un hombre
Los archivos muestran que Belén también se enfrenta a un juicio en la muerte de un hombre de 78 años en una invasión a la casa de la víctima el 5 de octubre de 2013 en Providence.
Él se ha declarado inocente de 13 cargos en la muerte de Delor M. Cabral (Dean) y de los golpes a Jonathan Angilly, inquilino de Cabral.
El dominicano Joel G. Valdez, que se declaró culpable de asesinato en segundo grado en la muerte de Cabral, dijo a los investigadores que él y Belén habían planeado robar a Angilly, con la esperanza de obtener marihuana, dinero y narcóticos.
Cuando Cabral trató de ayudar a Angilly, Belen le dio un puñetazo, lo golpeó con la cacha de una pistola, pateó al hombre mayor y le pisoteó la espalda, dijeron los fiscales. Cabral quedó paralizado y murió días después de complicaciones por traumatismos en cabeza y el cuello.
Angilly había identificado al atacante de Cabral como Wilbert Richardson, un instalador de pisos. Richardson pasó 10 meses en la cárcel y ocho meses en el confinamiento del hogar antes de que fuera descargado de las acusaciones por el crimen.