KANDAHAR, Afganistán (AP) — Al menos 29 personas, la mayoría civiles, murieron el jueves en un ataque suicida en el exterior de un banco en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, dijo el gobernador de la región. Unas 60 personas resultaron heridas por el estallido ante una oficina del Banco de Kabul en Lashkar Gah, la capital de la provincia, explicó Hayatula Hayat.
Antes en el día se reportó que la mayoría de los muertos eran soldados del Ejército Nacional Afgano que estaban en el interior de la sucursal bancaria en el momento de la explosión.
Ningún grupo se atribuyó de inmediato la autoría del ataque.
Helmand ha estado en el centro de las duras batallas entre las fuerzas de seguridad afganas, asistidas por tropas de la OTAN, y los talibanes, que se cree que controlan casi el 80% del campo en la provincia. Los insurgentes han estado lanzado feroces ofensivas a fin de conquistar Lashkar Gah y sus alrededores.
En semanas recientes, los talibanes se han apoderado del distrito Sangin en la provincia de Helmand, donde tropas tanto estadounidenses como británicas lucharon durante años para mantenerlos a raya.
El ataque ocurrió en medio de un grupo de gente, tanto soldados como empleados públicos, hacían cola para depositar sus sueldos en anticipación al feriado musulmán de Eid -al-Fitr, que viene después del Ramadán.
Un policía fronterizo afgano de nombre Esmatula dijo que el estruendo de la bomba fue ensordecedor. El policía, que estaba en el lugar de los hechos, dijo que varias personas siguen desaparecidas en medio del caos ya que la gente se apresuró por llevar al hospital primero a los que estaban en peor condición.
“Estábamos llevando a niños pequeños al hospital”, dijo Esmatula, que tiene un solo nombre como es costumbre para muchos afganos.
Hosnia, una niña de 12 años, estaba llorando frente a la sucursal del banco ya que no veía a su padre, que la había traído para comprarle zapatos en ocasión del feriado.
“No veo a nadie, ni a mi padre ni a mi hermano”, dijo la pequeña. “Mi padre me dijo que estábamos yendo a comprarme zapatos, vinimos aquí y ocurrió la explosión”.
El presidente Ashraf Ghani deploró el ataque, y calificó a los perpetradores de “enemigos de la humanidad”.