KABUL. Una potente explosión sacudió el miércoles por la mañana una protegida zona diplomática en Kabul, causando al menos 80 muertos, unos 350 heridos y una enorme nube de humo que cubrió parte de la capital afgana.
El objetivo del ataque, que según funcionarios se perpetró con un coche bomba, se desconocía por el momento, pero según Ismail Kawasi, vocero del Ministerio de Sanidad, la mayoría de las víctimas eran civiles, incluyendo mujeres y niños.
Este fue uno de los peores ataques en la ciudad desde la retirada de las fuerzas extranjeras a finales de 2014.
Imágenes de The Associated Press tomadas en la zona mostraron importantes daños en la sede diplomática de Alemania y en otras cercanas. Por el momento se desconoce si entre los fallecidos hay diplomáticos extranjeros, pero Alemania y Pakistán señalaron que algunos empleados y personal de las embajadas resultaron heridos.
Ningún grupo se atribuyó de inmediato la autoría de ataque suicida. Tanto los talibanes como el grupo extremista Estado Islámico perpetraron ataques a gran escala en la ciudad antes.
Los talibanes emitieron más tarde una declaración desvinculándose del incidente y criticando los ataques a civiles. Zabihullah Mujahid, vocero del grupo, manifestó que la explosión “no tiene nada que ver con la muyahidines del Emirato Islámico”, como se hacen llamar los talibanes.
El ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel, destacó que un número no especificado de empleados de la embajada del país en Kabul resultaron heridos en la explosión, y que un guarda de seguridad que custodiaba el exterior del inmueble falleció. La plantilla del puesto diplomático está a salvo y ofreció sus condolencias a la familia del agente muerto, agregó.
Por su parte, Pakistán se sumó a la condena y su ministerio de Exteriores señaló que “la explosión causó daños en las residencias de algunos diplomáticos y personal paquistaníes, que vivían en las inmediaciones, y provocó lesiones menores a algunos”.
El ministerio de Exteriores de China explicó que su delegación en la capital afgana sufrió daños parciales y que todo el personal y los ciudadanos chinos en el país estaban “sanos y salvos”.
La explosión fue tan potente que más de 50 vehículos quedaron destrozados o dañados. “En este momento no sabemos cuál fue el objetivo del ataque”, declaró Danish.