Londres, Inglaterra .- La ciencia catalogó el año pasado más de 1.700 nuevas especies de plantas, incluidas algunas que podrían servir como alimento en el futuro, según el segundo informe anual del Estado de las Plantas del Mundo, publicado por el Real Jardín Botánico de Kew, en Londres.
Entre las especies descubiertas, se han identificado cinco nuevos tipos de plantas relacionadas con la yuca, lo que podría ayudar a desarrollar nuevas variedades de uno de los cultivos más importantes en los trópicos.
El estudio, en el que han colaborado 128 científicos de 12 países, pasa revista asimismo a los principales peligros que afrontan los vegetales a nivel global, entre los que destacan la amenaza del cambio climático y la propagación de plagas.
Las plantas que mejor pueden resistir el calentamiento global son aquellas con hojas y corteza más gruesas, con estrategias hídricas más eficientes, raíces más profundas y una densidad de madera más alta, según los expertos.
Las raíces más profundas aguantan mejor la sequía y las hojas más gruesas y las hierbas más altas toleran mejor las altas temperaturas, subraya el estudio, mientras que los árboles de baja altura obtienen mejores resultados ante las sequías, incendios, aumento de temperatura y mayor concentración de dióxido de carbono (CO2).
Plagas, patógenos y comercio
Otro peligro para las plantas en el futuro será la propagación de plagas invasoras y patógenos por todo el planeta, impulsadas por el comercio y los viajes debido a la globalización, y prácticas especialmente peligrosas como el comercio de plantas vivas.
También sufren los ataques de patógenos las especies de fresno americano, que afronta los embates del barrenador esmeralda del fresno.
En el entorno de la medicina, se han descubierto en el sudeste asiático y América Latina nueve especies nuevas del género de enredaderas trepadoras Mucuna, que se usa para tratar la enfermedad de Parkinson.
El informe también revela que al menos 28.187 especies de plantas están documentadas actualmente como de uso medicinal, aunque advierte de que hay hasta 15 nombres alternativos por cada especie medicinal, causando riesgos y confusión en el sector y entre los reguladores.
Fuente: EFE