NUEVA YORK. La policía y los fiscales de Jersey City en Nueva Jersey acusaron al dominicano Miguel Ángel Cabrera Romero, de 56 años, de asfixiar hasta la muerte a su expareja sentimental, la también dominicana Albanelis Vidal de la Rosa, de 51, cuyo cadáver, envolvió en una bolsa plástica y cubrió con un pedazo de alfombra y lo tiró en una calle en las inmediaciones de la casa de la occisa.
Cabrera, quien fue instruido de los cargos a través de una teleconferencia desde la cárcel ayer lunes, estranguló a Vidal de la Rosa el sábado, dijeron las autoridades.
Tiró el cuerpo de la infortunada frente a la casa 79-81 de la avenida Depot, después de cargarlo clandestinamente, lo que generó indignación entre residentes y vecinos del área.
Esther Suárez se comunicó con la policía para dar cuenta del “bulto” que Cabrera había dejado abandonado en la acera y cerca de su casa.
Cabrera Romero es acusado de asesinato en primer grado y otros delitos relacionados.
Fue arrestado el domingo y no dijo nada durante la teleconferencia desde la cárcel, pero a veces bajaba la cabeza y se notaba distraído en el video liberado por la corte.
Su abogado, Frank González, interpuso una súplica de culpa en su favor.
Docenas de miembros de las familias y amigos de la víctima estuvieron en la audiencia, en la cual Cabrera Romero apareció a través de la pantalla desde la cárcel del condado de Hudson en el poblado de Kearny.
Otra audiencia de detención se programó para el jueves de esta semana ante el juez Paul DePascale de la Corte Superior del condado Hudson.
La jueza Sheila Venable presidió la audiencia en la corte criminal en Jersey City en la que le informó al acusado sobre sus derechos.
Los fiscales y la policía no ampliaron detalles sobre la tragedia.
Un joven que se identifica como Alvaro e hijo de la víctima, dijo que ella le había informado que vivía preocupada porque Cabrera Romero era muy celoso.
Uno de los vecinos dijo que Cabrera Romero tiró la muerta “como un animal, en una bolsa plástica y un pedazo de alfombra”.
El abogado le dijo a la jueza que el acusado se declaraba “no culpable”, pero los fiscales alegan que tienen un video como una de las principales evidencias del asesinato.