Santo Domingo. – La poeta y escritora Sabrina Román fue homenajeada con la dedicatoria de una de las calles de la Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2017 en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, donde se le entregó, además, una placa de reconocimiento por su trayectoria y aportes en el campo de la literatura.
“Sumamente agradecida, sumamente honrada; es un privilegio increíble el que me ha hecho el Ministerio de Cultura, a través de Dirección General de la Feria del Libro. Me siento aun con más compromiso para continuar haciendo comino para mi país en la literatura”, expresó la escritora.
“Hace un tiempo, cuando recibí la noticia de este maravilloso regalo, de nombrar una calle de este recinto ferial, me sentí una mujer profundamente agradecida y realizada”, puntualizó Román.
La actividad la encabezó Valentín Amaro, miembro del consejo ejecutivo de la Feria Internacional del Libro; la poeta Ylonka Nacidit Perdomo y el actor Teófilo Terrero.
Amaro expresó que el Ministerio de Cultura busca reconocer la labor en vida de grandes escritores, a través de la crónica, la poesía y del ensayo, como lo ha hecho Sabrina Román”.
También habló en el acto Ylonka Nacidit Perdomo, amiga de Sabrina, quien destacó las cualidades humanas de la escritora.
La semblanza fue leída por Mariani Vásquez estudiante de educación inicial de la universidad Iberoamericana (UNIBE).
Además, acompañaron a la homenajeada algunos familiares, amigos, estudiantes y allegados. Los estudiantes de la Escuela Nacional de Artes Visuales de Bellas Artes estuvieron presentes y pintaron varios cuadros de la reconocida poeta Sabrina Román.
Perfil
Sabrina Román, su pluma es impoluta cuando de ponerle color a los versos se trata. Es poeta y articulista. Escritora en todas las formas y tamaños, viajante interminable de las aventuras literarias que flotan en el espacio inerte de su existencia. Como narradora también cultiva el ensayo y las reseñas de obras de arte.
Fundó y dirigió la galería de arte Inner Tropical Center of the Arts, en Coral Gables. Se desempeñó como cónsul general de la República Dominicana para el área de Nueva Inglaterra, con sede en Boston, Massachusetts. También fue agregada cultural en el Consulado de la República Dominicana en Miami, y subdirectora de la Biblioteca Nacional, hoy con el nombre del insigne Pedro Henríquez Ureña.
Dentro de sus obras poéticas están De un tiempo a otro tiempo (1978), Palabra Rota (1983), Imagen repetida en múltiples septiembres (1986) y Poniente taciturno (1999). En su bitácora de éxitos está la obra teatral Carrusel de mecedoras (1989), presentada en la Sala Ravelo del Teatro Nacional, dirigida por Germana Quintana. En 2016, publicó Nuestras lágrimas saben a mar. Memorias de una hija del general Pupo Román.
Sus poemas, ensayos y artículos se han publicado en antologías, diarios y revistas especializadas; su obra ha sido objeto de estudio en círculos académicos internacionales, sobre todo en Florida, Estados Unidos.