PARIS. El ataque de anoche en los Campos Elíseos de París, en el que murió un policía y que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), se convirtió hoy en arma electoral en Francia y provocó los reproches de las candidaturas de la derecha y la ultraderecha al Gobierno socialista.
En las elecciones más inciertas que se recuerdan, con el socioliberal Emmanuel Macron, la ultraderechista Marine Le Pen, el conservador François Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon en una horquilla de cinco puntos en los sondeos, el atentado en los emblemáticos Campos Elíseos salpicó la campaña.
Hasta ahora centrada en los escándalos judiciales que afectaron a Fillon y Le Pen -ambos sospechosos de malversación de fondos públicos-, la campaña vio cómo el terrorismo regresó al primer plano y provocó un cruce de acusaciones a dos días de la celebración de la primera vuelta del 23 de abril.
Le Pen, segunda favorita aunque en ligera caída en los últimos sondeos, fue la primera en comparecer ante la prensa para dejar una ristra de reproches al Ejecutivo socialista del presidente, François Hollande, quien renunció a buscar su reelección.
“A este Gobierno efímero, dirigido por la inacción, le pido que ordene la restauración inmediata de nuestras fronteras nacionales”, dijo la candidata eurófoba desde su sede de campaña en París con gesto circunspecto y vestida de negro riguroso.
Abogó además por incrementar con 15.000 agentes más los efectivos de la Policía y de la Gendarmería, por un refuerzo de los servicios secretos y de los medios del Ejército, así como por “una adaptación de la política penal y carcelaria a este tipo de criminalidad”. EFE