DISTRITO NACIONAL.-La versión interpretada por el Coro de la Catedral y su Orquesta es de Gioacchino Rossini, quien la compuso en el siglo XIX. La letra de esta obra, que traducida del latín quiere decir “Estaba la madre”, se le atribuye al fraile franciscano Jacopone da Todi y es la pieza literaria más musicalizada a través de los años.
El tradicional concierto de Viernes Santo estuvo presidido por el arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta, acompañado de la directora general de Negocios Personales de Banreservas, Mirjan Abreu; otros ejecutivos de la entidad financiera y personalidades civiles y militares.
La dirección y producción de la actividad estuvo a cargo del maestro de Capilla, José E. Delmonte Peguero, a quien le acompañaron los directores Wanda Guzmán y Fernando Herrera.
En esta edición, el público escuchó las interpretaciones de los solistas invitados Paola González, soprano; y Diómedes Ogando, bajo; además de los integrantes del coro, Glenmer Pérez, mezzosoprano; y Nelson Veras, tenor; y la participación de la Sección de Niños, quienes entonaron motetes propios del tiempo religioso.
Otras canciones que fueron entonadas en la noche sacra fueron las dominicanas Padre Nuestro, de monseñor Rafael Bello Peguero, y Crux Fidelis, de José de Jesús Ravelo; y las clásicas ¿Quién así te ha llagado?, y ¿Por qué, Jesús, no lloras?, de Johann Sebastian Bach; y Popule Meus, de Tomas Luis de Victoria.