SANTO DOMINGO. El ayuno y la abstinencia son dos de las características del Viernes Santo para los feligreses católicos que inician las actividades con los laudes y algunas parroquia lo acompañan de un viacrucis.
Es el segundo día del triduo pascual y es para la reflexión. A partir de las 3:00 de la tarde, hora en que murió Cristo, se inician las actividades con oraciones y visitas al Monumento, que la noche del Jueves Santo se instala en cada iglesia.
El cuerpo y la sangre de Cristo es llevado al Monumento porque el Viernes Santo no hay consagración del pan y el vino, sino que se guarda del día anterior.
El altar donde siempre se celebra la eucaristía es cubierto con una manta porque Cristo está en el Monumento, que es descubierto el domingo de resurrección.