Manzanillo.- Cientos haitianos de haitianos celebran este Viernes Santo en la frontera, a pocos metros de criollos y sin prohibiciones, en la playa ¨La desembocadura¨, entre el río Masacre y el Atlántico, donde está ubicada la pirámide número uno que divide ambos países.
Mientras los dominicanos acatan el llamado de las autoridades, comparten comidas y bebidas sin música, sus vecinos se confunden en medio de tragos, atabales, gagá y una de las mejores orquesta amenizando en tarima.
Barqueros cobran 50 y 20 pesos para ayudar a sus compatriotas que cruzan a realizar compras de este lado de la frontera, mientras desde esta orilla se toman fotos y observan el compartir de dos culturas en un mismo terreno.
En el lugar también ha sido reforzada la seguridad militar por el Cesfront y la Armada Dominicana, ya que en años anteriores han intentado cruzar los límites y se confundieron entre la multitud de bañistas que cada año acude a la playa los coquitos, con quienes hacen frontera en esta parte de la provincia Montecristi, donde inician los limites fronterizo entre Haití y República Dominicana.