SANTO DOMINGO. Trabajadores y estudiantes residentes en Punta de San Felipe, Villa Mella, han pegado el grio por la ola de robos y atrascos, mas que estos están obligados a madrugar para cumplir con sus responsabilidades,estos temen cada día salir de sus hogares por la ola de robos y atracos que se ha desatado en ese sector.
Según denuncian, en las últimas dos semanas casi una docena de establecimientos comerciales han sido asaltados. Hombres y mujeres frecuentemente son víctimas también cuando salen en la mañana de sus residencias para desempeñar sus labores.
Entre los negocios desvalijados por los delincuentes citan Suple Gas, en la entrada de la comunidad Los Morenos, de donde los cacos cargaron con RD$193,000; los colmados Vitaminas; El Fuerte, próximo al supermercado Liverpool, en San Felipe; Cafetería Vilo y los almacenes González Comercial y Comercial Arsenio, próximo a la calle Licey, de Punta.
También, la banca de lotería Estrella. Además, asaltaron a siete jóvenes, en Punta, que salen temprano en la mañana a vender arepa en las estaciones del Metro, quienes fueron despojadas de sus celulares., aunque se unieron en un solo grupo para hacer las ventas, como una manera de evitar el robo,
Algunos de los residentes pidieron a este diario no revelar sus nombres para evitar represalias de las dos bandas que, dicen, son lideradas por dos hombres conocidos en el sector solo con los sobrenombres “El Feo” y “Crucito”.
Afirman que los delincuentes incluso penetran a las casas en horas de madrugadas fuertemente armados y que a pesar de que han llevados los casos al cuartel policial del sector, que incluso está a poco metros de los establecimientos asaltados, los agentes no le dan seguimiento.
Heridos
Como consecuencia de los atracos varias personas han resultado heridas. Dos de ellas son Elson Suriel, de 37 años, con una lesión en el fémur derecho, y Rafelín Mercedes. El primero fue lesionado cuando individuos armados dispararon para despojar a un joven de una motocicleta, y el segundo en el momento que asaltaban a un hombre que se dedica a vender “chimi” en Punta.