Beirut, 23 mar (EFE).- Amnistía Internacional (AI) acusó hoy a Estados Unidos y el Reino Unido de agravar el conflicto en el Yemen mediante la venta de armas a Arabia Saudí, mientras que de forma “hipócrita” ofrecen ayuda humanitaria al país.
La venta de armas de ambos países a Arabia Saudí ronda los 5.000 millones de dólares, según AI, que destacó que esa cifra supera con creces los 450 millones de dólares que han destinado en ayuda humanitaria al Yemen en los últimos dos años.
“Dos años de conflicto han forzado a tres millones de personas a huir de sus hogares, han destrozado la vida de miles de civiles y han dejado al Yemen sumido en un desastre humanitario, con más de 18 millones de personas en necesidad apremiante de ayuda”, expresó en un comunicado la directora adjunta de Investigación en la oficina regional de AI en Beirut, Lynn Maalouf.
El armamento suministrado por EEUU y el Reino Unido ha sido utilizado para cometer “graves violaciones” y contribuyó a “precipitar una crisis humanitaria” en el país, según AI.
La ONG también resaltó que España fue el tercer exportador mundial de armas a Arabia Saudí entre 2013 y 2015 y afirmó que, entre 2014 y el primer semestre de 2016, vendió al reino wahabí armamento por valor de 900 millones de euros.
AI instó a la comunidad internacional a actuar de inmediato para imponer un embargo de armas e investigar los posibles crímenes de guerra cometidos por todas las partes implicadas en el conflicto.
La guerra en el Yemen se desató en 2014, cuando los hutíes (chiíes) se levantaron contra el presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y tomaron la capital, Saná.
El conflicto se agravó en marzo de 2015, cuando la coalición de países árabes suníes, liderada por Arabia Saudí, comenzó su intervención a favor de Hadi, quien se exilió en Riad.
Estados Unidos apoya militarmente a la coalición árabe y también ha intervenido en el país contra la organización terrorista Al Qaeda, que ha aprovechado el conflicto para hacerse ganar territorio en varias regiones del país.
La ONU ha alertado que el país está al borde de la hambruna, la más grave en el mundo, que amenaza a unos 17 millones de personas. EFE