Seúl, Corea del Sur .- La fiscalía surcoreana está investigando si el Grupo Samsung pagó a una serie de individuos para que no difundieran unos vídeos en los que supuestamente aparece el presidente del conglomerado, Lee Kun-hee, en compañía de prostitutas.
En concreto, se están analizado una serie de transacciones por valor de varios millones de wones dirigidas a las personas sospechosas de haber chantajeado al gigante surcoreano, según indicaron hoy fuentes del Ministerio fiscal a la agencia Yonhap.
Hace meses que la oficina del fiscal en el distrito central de Seúl investiga a un exempleado del conglomerado CJ, de apellido Seon, y a un grupo de supuestos cómplices que aparentemente habrían chantajeado al mayor grupo empresarial del país (genera un 20 % del PIB nacional) a cambio de no difundir las mencionadas imágenes.
En julio del año pasado Newstapa, una web de periodismo de investigación independiente surcoreana, difundió los vídeos e informó que el presidente de Samsung contrató servicios de prostitución, algo que prohíbe la ley en Corea del Sur, en cinco ocasiones entre diciembre de 2011 y junio de 2013.
En los vídeos se aprecia a alguien que aparenta ser Lee manteniendo un diálogo con varias mujeres, que indican que se ha producido un pago a cambio de servicios sexuales.
El principal sospechoso, Seon, fue arrestado a finales de febrero bajo sospecha de haber orquestado la grabación de los vídeos y el posterior chantaje a Samsung.
La propia empresa ya ha reconocido la existencia del chantaje, aunque ha negado que se abonara cantidad alguna.
La fiscalía continúa investigando si, pese a la existencia de los vídeos, Lee contrató efectivamente servicios de prostitución y también si las transacciones recibidas por Seon, de 56 años, se ejecutaron desde cuentas de Samsung o del propio presidente de la firma.
La empresa CJ, por su parte, ha negado su participación en la trama y ha recordado que Seon dimitió tras su arresto.
En el momento en que se grabaron los vídeos (2011-2013), CJ y Samsung, que hasta 1993 formaron parte del mismo conglomerado, mantenían un contencioso a cuenta de los activos que dejó en herencia el padre del presidente y fundador del imperio, Lee Byung-chul, fallecido en 1987.
Lee Kun-hee, de 75 años, sufrió en mayo de 2014 un infarto que lo mantiene hospitalizado y sin habla.
Su hijo, Lee Jae-yong, se ha hecho con las riendas de Samsung hasta ser detenido el pasado mes por su implicación en la trama de corrupción de la “Rasputina”, que ha sacudido a Corea del Sur y ha acabado forzando la destitución de la presidenta surcoreana Park Geun-hye.
Fuente: EFE