MADRID.- El rey Felipe VI de España cumple mañana mil días de un reinado reformista que ha afrontado, entre otros retos, un insólito bloqueo político y el creciente desafío independentista en Cataluña.
Además ha estado afectado por el llamado “caso Nóos” -un juicio por desvío de fondos públicos- que llevó a los tribunales a su hermana Cristina y a su esposo, Iñaki Urdangarin; un caso que acabó con la absolución de la infanta y la condena de su marido.
Los compromisos de renovación que Felipe VI asumió en su proclamación, el 19 de junio de 2014, se concretaron en distintas iniciativas: las cuentas de la Casa del Rey fueron sometidas a una auditoría externa; se publicaron las retribuciones de sus altos cargos y se dio transparencia tanto a la gestión como a la ejecución presupuestaria.
A estas medidas sumó el recorte de su propio sueldo en un 20 por ciento para situarlo en niveles similares a las retribuciones percibidas en las altas instituciones españolas y las jefaturas de Estado de Europa.
Decidido a encarnar “una Monarquía renovada”, los reyes Felipe y Letizia adecuaron su agenda para acercar la Corona a la sociedad: víctimas del terrorismo o la violencia machista, Fuerzas Armadas, académicos, científicos, deportistas, jóvenes emprendedores, voluntarios, representantes de religiones minoritarias, o colectivos de gais, lesbianas y transexuales.
Durante estos primeros mil días se produjo un bloqueo político jamás visto en la democracia española cuando Felipe VI propuso en enero de 2016 al conservador Mariano Rajoy como candidato a ser investido presidente del Gobierno.
EFE