WASHINGTON.- El presidente de EE.UU., Donald Trump, eliminó hoy de su nueva orden ejecutiva sobre refugiados e inmigrantes cualquier referencia a los cristianos, un grupo que había tratado de proteger en su anterior decreto, bloqueado por la Justicia.
En su anterior orden ejecutiva, firmada el pasado 27 de enero, Trump prohibía la entrada a EE.UU. de manera indefinida de los refugiados sirios, pero establecía una excepción para los sirios que profesaran el cristianismo y pudieran probar que habían sufrido persecución por motivos religiosos.
Esos refugiados tendrían prioridad a la hora de entrar a Estados Unidos, una vez que se restableciera el programa de admisión de refugiados tras una suspensión de 120 días.
Ninguna de esas opciones aparecen en la nueva orden ejecutiva, firmada hoy y que entrará en vigor a las 00.01 hora local (05.01 GMT) del 16 de marzo.
En concreto, la primera orden ejecutiva indicaba que, una vez, que se reanudara el programa de refugiados, “el secretario de Estado, en consulta con el secretario de Seguridad Nacional”, hará las modificaciones pertinentes permitidas por ley “para dar prioridad a las reclamaciones de refugiados hechas por individuos por persecución religiosa”.
Y añadía: “siempre que la religión del individuo sea una religión minoritaria en el país de nacionalidad del individuo”, es decir, las minorías cristianas.
Esas palabras provocaron una gran cantidad de críticas a Trump, quien, aparentemente aludiendo a los crímenes cometidos por grupos yihadistas como el Estado Islámico (EI), dijo en Twitter: “Los cristianos en Oriente Medio han sido ejecutados en grandes cantidades. ¡No podemos permitir que este horror continúe!”.
Las palabras de Trump crearon controversia e hicieron que grupos como el Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses (CAIR, por su sigla en inglés) denunciaran a Trump por violar la primera Enmienda de la Constitución, que prohíbe la creación de leyes para hacer a una religión como la oficial del país.
Estos grupos consideraron que Trump había cumplido su promesa electoral de crear un “veto musulmán” para evitar la entrada a territorio estadounidense de miembros de esta religión.
Con su nueva orden, el Gobierno de Trump quiere dejar a atrás toda esta controversia y evitar que grupos como CAIR lo acusen de discriminar a diferentes grupos por motivos religiosos.