SANTO DOMINGO. Hoy, millones de católicos alrededor del mundo iniciarán un período de penitencia, ayuno, reflexión y conversión durante cuarenta días, previo a la Pascua que comienza el Jueves Santo, con la celebración del Miércoles de Ceniza.
Con los versículos bíblicos “Arrepiéntete y cree en el evangelio” (Marcos 1:15) y “Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver” (Génesis 3:19), los sacerdotes católicos impondrán sobre las frentes de sus feligreses una cruz hecha de cenizas como un signo de contrición y conversión, en un rito que de acuerdo con la Enciclopedia Católica aparece en las primeras copias del Sacramentario Gregoriano y probablemente data del siglo VIII.
Señala que las cenizas utilizadas se hacen quemando los restos de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior.
Este día y, según la costumbre católica, el sacerdote sumerge su dedo pulgar en cenizas previamente bendecidas y marca en la frente una cruz, evocando la crucifixión de Jesucristo, considerado por católicos y cristianos hijo de Dios.
El papa Francisco ha invitado este año a la feligresía católica a vivir este período bajo el lema “La Palabra es un don. El otro es un don” y centrando su mensaje en la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro, relatada en el evangelio de Lucas.
Bajo este criterio, el Pontífice resalta que “La Cuaresma es un tiempo propicio para abrir la puerta a cualquier necesitado y reconocer en él o en ella el rostro de Cristo”.