México .- Científicos de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco (UAM-X) elaboraron una composición tópica que estimula la producción de saliva en pacientes que perdieron la mayoría de sus glándulas salivales en tratamientos contra el cáncer de cabeza o de cuello.
El fármaco de los especialistas del Laboratorio de Farmacia Molecular y Liberación Controlada de la (UAM-X) se aplica con un atomizador debajo de la lengua y en las caras internas de la boca, para incitar la producción de saliva en las glándulas sanas.
La muerte de células de glándulas salivales es uno de los efectos adversos más conocidos del tratamiento llamado gerostomía, el cual produce resequedad, eleva la temperatura dentro de la boca y provoca dificultades para comer y hablar, expuso en un comunicado el Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT).
“Cuando los pacientes ya no tienen la capacidad para generar el 100 por ciento de la saliva, se les puede ayudar con la aplicación de fármacos que estimulan las glándulas exócrinas, incluso las sudoríparas y las lagrimales, lo que puede ayudar a recuperar parte de la función glandular”, detalló el doctor Carlos Tomás Quirino Barreda.
A su vez, la doctora Norma Angélica Noguez Méndez explicó que la composición tópica actúa sólo sobre la glándula salival, porque se aplica de forma directa en la boca y reduce los efectos adversos.
La fórmula fue probada con éxito en un primer grupo de 15 pacientes del Instituto Nacional de Cancerología (INCan) de la Secretaría de Salud quienes, después de una semana de tratamiento obsevaron crecimiento del volumen de secreción de saliva hasta en 160 por ciento.
Noguez Méndez detalló que “es importante aclarar a las personas que aunque tenemos la formulación todavía no podemos aplicarla a pacientes que vengan a solicitarla a la Universidad, porque debemos cumplir con la legislación farmacológica, para lo que debemos tener respuesta de la solicitud de patente para avanzar a la producción del compuesto”, añadió.
Por ahora, los científicos esperan la respuesta del Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) sobre la solicitud de patente, las cual fue presentada en 2013, antes de iniciar el proceso conocido como “última milla” para llevar el producto al mercado.
El proyecto, que se desarrolló en 10 años, contó con la participación de expertos del Departamento de Atención a la Salud de la UAM, estudiantes de servicio social de la carrera de químico fármacobiólogo, profesores de estomatología y oncólogos del INCan.
Fuente: INFORMADOR.MX.COM