la gala de los Premios Goya empezaba con el mercurio por las nubes. Esta 31ª edición llegaba además con una incertidumbre insólita en buena parte de las categorías más importantes, lo cual incrementó la emoción de aquellos que subieron al escenario a recoger el galardón. Con todos ellos tuvimos la oportunidad de hablar con el tacto del “cabezón” todavía reciente.
En primer lugar nos interesamos por conocer su opinión acerca de ese boicot planteado en Twitter en las horas previas a la ceremonia. El flamante mejor actor revelación, Carlos Santos, fue uno de los primeros en manifestar su pensamiento al respecto: “Cuando un presidente del Gobierno dice tranquilamente que no ha visto ninguna de las películas nominadas a los Goya… Eso da pie a muchas cosas.”
Con un toque más ácido, el mejor guionista original de la noche, David Pulido, nos recetó el remedio como psicólogo a estos enfrentamientos: “Diré lo mismo que digo con respecto a la ansiedad y la depresión. Lo primero es un enfoque correcto, información y datos. Nadie se puede morir de ansiedad y es mentira que el cine español sea un cine de subvencionados.”