Pekín, 1 feb (EFE).- Un grupo de políticos, activistas y representantes de grupos religiosos de Hong Kong protestó hoy en las cercanías del Consulado de Estados Unidos en la ciudad por la reciente orden del presidente Donald Trump de vetar la entrada a su país a ciudadanos de siete naciones de mayoría musulmana.
El célebre activista local Leung “Pelo Largo” Kwok-hung encabezó la protesta, organizada por la Liga de Socialdemócratas (la formación que él preside), la Diócesis Católica de Hong Kong y la asociación que engloba a los trabajadores inmigrantes de Hong Kong.
Los manifestantes, apenas un centenar, entre ellos algunos musulmanes, portaron pancartas en las que podía leerse: “no al odio, no al miedo, no a la prohibición del Islam” y corearon consignas como “Abajo, abajo Donald Trump”.
“Millones de emigrantes hicieron EEUU grande en el pasado, pero ahora Trump los ve como una amenaza a la seguridad, como gente ilegal, como animales que han de ser sacados por el territorio”, condenó un manifiesto leído por una de las participantes en las protestas.
“Trump olvida que EEUU no sería nada sin los emigrantes, que ningún país puede crecer sin un entorno global, como hace Hong Kong”, añadió esa portavoz.
Una representante del consulado acudió a la puerta de la oficina diplomática para recibir a petición de los congregados un documento en el que exponían sus reivindicaciones, mientras la policía pidió al grupo que se dispersara, ya que no había solicitado permiso para manifestarse.
Los manifestantes portaban fotografías de Trump en el que el nuevo presidente de EEUU era tachado de “racista, sexista, fascista, homófobo e islamófobo”.
Desde su llegada al poder, el 20 de enero, la presidencia de Trump ha estado rodeada de polémica y las protestas contra sus primeras decisiones tomadas en el Despacho Oval se han extendido tanto dentro como fuera de Estados Unidos.
Hong Kong, que tiene una importante comunidad musulmana procedente de otras antiguas colonias británicas como Malasia o los países del subcontinente indio, también ha vivido tensiones entre locales e inmigrantes en los últimos años, aunque más bien centradas en la llegada a ese territorio de ciudadanos chinos. EFE